Vidrio congelado y el secreto del trabajo duro

Hola mundo.

En donde miro, veo vidrio. En todos los colores, formas y propósitos. Pues sí, estoy en la casa de mi querida amiga Azucena en Tequisquiapan. La conocí hace 17 años cuando hicimos unos trabajos de arte juntos. Ella hizo los vitrales y yo los enmarque. Su amor al vidrio la llevo a un camino largo y hoy día tiene la fábrica y el taller más importante que conozco, para arte en vidrio y vidrio reciclado. Miren que belleza:

El vidrio es uno de los materiales más interesantes en la tierra. Lo que lo hace tan especial, es que aún se ve como un material sólido, no lo es. Todos los materiales en el universo pueden estar en uno de los tres estados: gas, líquido o sólido, pero el vidrio está en un estado diferente. Está en el estado de líquido congelado.

Cuando un material está en estado de gas, agua por ejemplo, sus moléculas están desconectadas por la energía del calor y cada molécula flota solita en el aire, lo que estamos llamando vapor. Cuando los vapores del agua se enfrían, las moléculas vibran menos y empiezan a conectar, se vuelven más pesadas y caen en forma de gotas de agua.

En el estado líquido, las moléculas están conectadas en desorden. Cuando se enfrían más, las moléculas vibren todavía menos, algo que permite que las moléculas conecten en una manera completa. Se forman estructuras repetitivas, homogeneas y se vuelven sólidas. El estado sólido tiene una estructura ordenada.

El vidrio nunca llega ser sólido. Se congela todavía como líquido y sus moléculas se quedan desordenados para siempre.

Si una vez preguntaste porque los lentes de las camaras cuestan más que la camara, o porque los telescopios son tan caros, ahora lo vas a entender. Para tener un lente de alto calidad, necesitas que las moléculas que forman este vidrio, vayan a estar en una manera ordenada, como si fuera un sólido, para que la luz que pasa no se distorcione. Para lograr eso, el fabricante tiene que enfriar el vidrio muy despacio. Así las moléculas se congelan de una manera ordenada aúnque no se forma la estructura sólida. Este proceso puede durar años en el horno y es por eso que son tan costosos.

Juntamos en la casa de Azucena 17 amigos (que simbólico ¿verdad?). En el día dedicamos a cocinar un menu fabuloso y en la noche cenamos hasta que no pudimos más. Después el legendario mousse de chocolate, salimos a estrenar la zona de la fogata. Fue una noche especialmente frio. Aquí el frio es desértico, seco, de esos que no te deja esconder ni bajo de una chamarra. El fuego fue nuestro salvador hasta que en la madrugada lo cambiamos con las sabanas y unas cobijas gorditas.

En el día siguiente, en el camino a casa cruzamos la mugrosa ciudad. Me gusta ver el  cielo  como se refleja en las paredes de vidrio de los rascacielos. Las nubes y el paisaje que se refleja en esos vidrios se ven chuecos. Sip, así es con líquido congelado. El vidrio que se usa para fabricar vidrios de ventanas no pasa los procesos largos y costosos obviamente.

Seguí pensando en Azucena. Que mujer tan extraordinaria. Toda su vida, desde que se abre sus ojos y hasta que se duerme está moviendo vidrios. Uno puede pensar que duro y difícil es su vida, pero ahí va el secreto se esté post: un trabajo difícil es un trabajo que no te gusta hacer. Si estás enamorado con tu objetivo, como  en el caso de Azucena, puede trabajar desde que sale el sol y hasta que se sale tu alma, y aun no vaz a sentir ninguna dureza o sufrimiento.

Azu no está sola en el grupo de los humanos que trabajan fuerte pero sin sufrir. Conozco una persona, que cuando se jubiló, pudo hace lo que se le dio las ganas. Tenía la facilidad de jubilar “a gusto” sin embargo se puso a trabajar y se abrió el negocio de sus sueños desde que fue un niño. Se abrió un negocio de lavado de coches. Es igual que Azucena, su negocio es espectacular y de los mejor en la república.

Así es cuando el alma está feliz manejando un cuerpo que obedece su destino.

Hasta la próxima, Yaron.