Hola mundo
Uno de mis mejores amigos es un Torapeuta. A veces nos gusta sentar en el fin del día, de preferencia con un tarro de cerveza de barril, y me cuenta de sus experiencias. Esta semana me contó algo que me dejó sin palabras.
Tenía cita en el fin del día con un señor en su domicilio. El señor llegó todo movido, temblando del enojo, murmurando algo sobre de que fuerte fue su día. Los primeros diez minutos de la terapia fueron normales aun, el señor seguía ser bastante inquieto, hasta respondió una llamada, lo cual lo puso todavía más tenso. De repente, se escuchó un explosión, lo que se oyó en la casa y unos segundos después, gritos desde la cocina.
El señor levantó de prisa. Corrió así a la zona del escándalo y mi amigo atrás de él. En la cocina se encontraron una cascada de agua. Las mujeres que trabajan para esa familia, estaban intentando de controlar la alberca que estaba creciendo, amenazando los tapetes del salón, solo unos metros adelante. Parece que un manómetro, lo que estaba conectado al tubo de agua principal del departamento, explotó.
Pasaron unos veinte minutos y la tragedia calmo. Un chico del mantenimiento del edificio llegó y cerró la llave mayor de este departamento. la cascada paró de caer y el ecosistema regreso a la normalidad. Con calcetines mojados, logramos regresar al cuarto del señor para terminar la terapia, me contó mi amigo.
Me quedé cayado un minuto, intentando de imaginar la escena y dije; que historia, imagínate que este manómetro hubiera explotado en el fin de semana, cuando la familia está en vacación. El departamento pudo ser inundado. El agua pudo generar un daño tremendo, no solo a esta casa, si no, también para el piso que está abajo. Paredes, instrumentos, tapetes, muebles. Que suerte fue que la explosión ocurrió cuando el señor y su tripulación estaban en la casa ¿no?

Nooooo, empezó a reír mi amigo. Esta explosión no pudo ocurrir en el fin de semana, ni en otro momento. Esta historia, lo que pasó en este departamento tiene, cómo todo, varios niveles de profundidades. El primer nivel es el cuento de la historia, lo que ocurrió, pero más profundo existe la explicación verdadera. Tienes que entender mi querido amigo, nada, pero nada en absoluto pasa en accidente.
Te explico, dijo mi amigo mientras tomé el último traguito de mi cerveza. El señor, cómo te mencioné, llegó con una energía fuerte de enojo y frustración. Nunca lo vi así. Empecé la terapia con drenar y quitar su energía negativa. Esa energía no desaparece. Tiene que ir a un laso. Agua es un elemento especial y muy fácil para agarrar cualquier tipo de energía. Lo que pasó es que su energía de enojo fue absorbida en el agua. Cómo esa energía fue tan tremenda y todavía aumentó cuando respondió su llamada, explotó el manómetro. Así que no es algo que pudo pasar en otra ocasión o en otro día.
Increíble respondí. Pero qué es eso de la energía. De en donde llega. ¿Cómo la podemos medir o entender?
Durante una hora, me dio explicación fantástico sobre la energía, lo cual voy a compartir contigo mundo, en mi próximo post, porque todo que entendiste, aun es todavía muy poco, es al reverso.
Hasta el próximo manómetro. Yaron.