Hola mundo
Mi hijo, desde que se empezó a adolecentizar, se empezó a visitar el gimnasio regularmente. Cada miércoles en la tarde, se juntan en el Moderno gimnasio que está en frente del panteón de Tepoztlan, mi hijo y sus amigos, por una hora y media de pesas.
Si leen mi blog como debe ser, bien saben que soy contra los gimnasios. Mi ideología es muy simple. Lo que no es natural – no es sano. Con la alimentación por ejemplo, la comida que llega de la naturaleza puede ser medicina o toxina depende de la cantidad. Lo que llega de las fábricas, siempre es veneno. La comida sana es la comida natural que consumieron nuestros padres. En el tema de la respiración es igual. Debemos que respirar aire natural. Lo que respiran la gente y sus hijos en la ciudad esta envenenado, punto. Siempre me impresiona las respuestas de la gente a mi pregunta: ¿ porque vives aquí? “es que mi trabajo..” “es que mi familia..” y otras excuses raros de este estilo.
Y cuando estamos hablando del ejercitar el cuerpo, es lo mismo. Trabajar en el jardín, caminar o nadar es lo sano. Si quieres usar bicicleta, haz lo para llegar a tu trabajo y no en frente de una pantalla en el gimnasio. Usar pesas no es natura. Genera desbalance en la proporción muscular y saca el cuerpo de su equilibrio natural en varios sentidos.
Es por eso que me sorprendió mucho ver mi imagen reflejando en el espejo que está colocado en la entrada del gimnasio, entrando atrás de mi hijo en este miércoles. “¡Yaron! Que gusto verte aquí!!!” me saludo Pamela, la entrenadora y la encargada del gimnasio. “no te preocupes mi querida Pamela, es la primera y la última vez que me veas aquí” respondí con sonrisa. Pamela también sonrió, solo que con esa sonrisa femenina, que tiene la profundidad peligrosa, en donde se flota una frase con dos cuernitos diciendo: eso veremos.
La razón que en este tarde, en una manera totalmente espontaneo, decidí subir a la bicicleta y acompañar mi hijo a la sala de tortura, fue mi curiosidad. Decir no sin probar, no es lo mío. Si puedo trabajar en la ciudad y si a veces como porquería, ¿porque no puedo acompañar a mi hijo para sentir que es eso del gimnasio? Y lo hice.
Soy un producto militar. Inmediatamente y sin pena empecé a trabajar. Me costó unos minutos para entender como ajustar las pesas y como convertir la dirección de unos aparatos, pero aparte de eso, casi no paré de moverme, llevando cada pobre musculo escondido en mi cuerpo a su máximo. Creo que mi hijo se sintió poco incomodo. Qué bueno que justo en este miércoles no llegaron sus amigos.
Tengo que admitir. En el momento que logre olvidar que estoy haciendo movimientos a lo tonto, sin sentido, lo disfrute. Es cierto que es rico hacer ejercicio en el gimnacio. Pero no es suficiente para escribir post en un blog tan importante como el blog de los secretosaludables ¿verdad? Lo que si fue importante y sorprendentemente, es lo que sentí en mis huesos levantando unos 50kg de pesas con mis piernas.
Hay que entender algo básico sobre nuestros huesos. No son unos fósiles que forman el esqueleto. Los huesos están vivos y siempre transforman. Pueden fortalecer o debilitar y lo hacen todo el tiempo.
Existen cuatro fuerzas que afectan la vida de nuestros huesos. La fuerza de la gravedad, la fuerza del campo magnético del mundo y la fuerza cotidiana que estamos aplicando sobre ellos. Si van a romper un hueso de pollo por ejemplo, van a notar que de entro, la estructura del hueso es como un red de hilos. Hilos verticales e hilos horizontales. Lo que genera esta estructura es la fuerza de la gravedad. Los hilos siempre crecen con la dirección así para el centro del mundo por la gravedad. Entonces, cuando estamos parados, se crecen los verticales mientras que cuando estamos acostados crecen los horizontales. Por eso es tan importante que los niños estarán acostados lo suficiente.
La fuerza magnética tiene que ser con la habilidad de las células de los huesos para absorber minerales. Es por eso que lo astronautas sufren de perdida tan grave de calcio en sus huesos. Y es por eso que no recomiendo las terapias con imanes. Simplemente porque no sabemos el efecto sobre las células de huesos.
Pero bueno, la fuerza magnética y la gravitación afectan nuestro cuerpo en una manera automática. Lo que si cambia en cada persona, es la actividad cotidiana que afecta los huesos. Las células de los huesos reaccionan a los golpes y a la fuerza que quiere doblar o estirar el hueso. Inmediatamente se entran a trabajar unas células especiales para reforzar el pared del hueso que sufrió un golpe o un intento de doblacion. Son las mismas células especiales que debilitan un hueso sin uso. Nuestro mecanismo mantenga el cuerpo físico en lo mínimo necesario. Tanto con los músculos como con los huesos. Como dijo un amigo mío, lo que no estás usando se seca y se cae.
Cuando estoy levantando los 50 kilogramos con los extremos de mis piernas, puedo sentir claramente como mis huesos se quieren doblar, como si fueron una caña de pescar. Eso, estoy pensando, es muy bueno para un viejo como yo. Luego note que todos los ejercicios afectan los huesos nada menos de que se afectan a los músculos. Qué buena noticia. No lo dudo que hay un efecto similar sobre el cartílago en los articulaciones, aun es algo que no logro de sentir.
Quedaron diez minutos. Pamela se acerco la primera vez a mí y me enseño un aparato para practicar, que se llama la barra francesa. Se empezó a enseñarme cómo usar la, pero ya se acabo mi tiempo.” Tenemos que ir” la dije. Bueno, me respondió, entonces tienes que regresar para que terminara enseñarte cómo usar esta francesa ¿no?
Si, voy a regresar estoy pensando, pero no por la francesa, siento que todavía hay secretos escondidos en el gimnasio que tengo que descubrir.
Mujeres… hasta la próxima, Yaron.
Aaa, y feliz año gregoriano nuevo mi querido mundo.
Aaa, fui a ver el nuevo Matrix, los contaré mi refleción la próxima semana :-).