El secreto de la energía, final.

Hola mundo.

En nuestro universo, las cosas están hechas de materia. Todos lo sabemos. Humanos, animales, bacterias, todos tenemos sensores para sentir y actuar con la materia alrededor. El humano usa 5 sentidos para navegar en el mundo que lo rodea, las otras criaturas con sus sentidos pero al fin de cuenta, si voy a poner un pedazo grande de madera enfrente de ti o enfrente de un animal, los dos van a poder reconocer el objeto. Cada uno con sus sentidos. Es el primer nivel. La materia.

Sin embargo, al llevar este pedacito de madera con un carpintero, para que lo va a transformar en una silla por ejemplo, los animales, al presentar este objeto, van a seguir capturar lo cómo un pedazo de madera, mientras tu mi querido mundo, ya no lo vas a llamar madera, si no, una silla.

La diferencia es que con los 5 sentidos, podemos sentir y capturar la materia, pero con la inteligencia podemos ver algo más elevado. La forma. Sé que me vas a decir que existen animales, los que pueden conocer formas cómo el humano pero no es lo mismo, es por el poder de memorizar. Te explico la diferencia. Un humano puede ver objeto nuevo, lo que nunca vio antes y aun, entender su forma gracias a su inteligencia y experiencia, algo que no existe en el reino animal.

Entonces. La materia es algo que el cuerpo captura. La forma es algo que la mente captura. Esos dos niveles, los humanos gracias a la ciencia lo llevaron muy lejos. Pero existe otro nivel. Más profundo. Escondido de la mente.

Imagínate que tu pequeño hijo acaba de recibir un regalo de tu madre, lo que llegó apenas a visitar. Tu hijo agarra  el regalito, da la espalda a tu mama y corre feliz para abrir su nuevo tesoro en su cuarto. Algo en esa escena no está correcto ¿verdad? Seguro lo vas a parrar en seco, diciendo a tu hijo algo cómo: “a donde vas, tienes que decir gracias”. ¿Porque tenemos que dar la gracias cuando una persona nos da algo? La abuela dio el regalo a su nieto de su corazón. Lo hico para ver lo feliz, porque lo amo, no para que el niño la va a decir gracias y aun, se siente muy importante que el niño lo va a hacer. En el último frase esta la respuesta y el secreto. “se siente”

El regalo del niño está hecho de materia, tiene forma Pero también tiene otra cosa. Una energía. Cuando una persona da a otra persona algo, este algo contiene la energía de la persona que lo poseo. Cuando algo es tuyo, porque trabajaste para comprarlo o porque lo hiciste, se vuelve tuyo por esa energía, la que metiste para tenerlo. Al recibir energía de otra persona, la manera de equilibrarla es dar la gracia cómo intercambio. Si no existe este intercambio, se siente mal. No es algo mental, lo que se puede entender o explicar.

Es importante ser consiente a la existencia de este nivel, lo que está en todo. Todo tiene dueño aun no lo vez. Si comes una manzana sin dar la gracias antes de morder la, vas a disfrutar sus moléculas nutritivas, vas a disfrutar su forma pero no vas a recibir su energía espiritual. Esa que se siente solo con el corazón. Es por eso que en la religión usan este ritual de dar la gracias ante comer, tomar y más.

Empecé esa seria de posts, contando la historia del manómetro del agua, lo que explotó por “absorber energía mala”. Luego explicamos, que no existe energía mala, solo falta de energía. El enojo, la frustración y la falta de equilibrar lo que recibes por no estar consiente a la gracia, genera capas alrededor de nuestra alma. Mas capas, menos luz o energía nos llega. Este desequilibrio de entre nosotros y lo que está alrededor, genera el mismo efecto del refrigerador, lo que explique en el post pasado, solo que en nivel energético.

La capa energética es más alta de la capa de la forma y de la capa del material. Así que un bloqueo en este nivel, afecta lo que está debajo.

Y todavía existe una capa más profunda. La capa del singular, la cual ni se nada sobre ella. Lo siento.

Hasta la próxima capa, Yaron.