El secreto de los grupos

Hola mundo.

Siempre me gustó moverme en el metro. No solo en México. Pero especialmente en México. Es cómo viajar en otro mundo. No te ofendes.

Esta semana tenía que ir al centro para comprar muchos metros de cadena delgada color dorado, por un trabajo que estoy haciendo. Ir al centro con coche o moto no es nada divertido, así que dejé la moto en la Roma y subí al metro Chilpancingo. Si antes me gustaba andar en el metro, imagínate hoy, que lo hago gratis. Sé que es ridículo. El metro es súper económico. Sin embargo, me encanta dar a mi credencial de Inapam un sentido. Lo saco medio camino de mi cartera, solo para que el poli lo vaya a ver. El último, con su multipase, abre para mí camino. Es lindo.

Entré al metro Pino Suarez para regresar y me di cuenta, que estoy haciendo algo raro. Estoy sacando la cartera de mi bolsa para enseñar el glorioso Inapam, unos 50 metros antes de llegar con el poli. Cómo si estoy preparándome. En eso, recordé el viaje al desierto que participe con un grupo de amigos. En este viaje, cada vez que llegamos a una caseta de la autopista, el conductor, lo  que fue uno del grupo, levantó la tarjeta llave para que el sensor la detecta más fácil. Solo que no puedo olvidar cómo pensé de su ridiculez actitud, porque sacaba la tarjeta llave y la levanto hacia a la parabrisas unos cientos metros antes de llegar.

Manejaba uno o dos minutos, (es un tramo lento), con su brazo estrechado y su palma pegada a la parabrisas, sin ningún razón. Y yo, de hecho, estoy haciendo lo mismo con mi diploma de viejo aquí en el metro. ¿Por?

Es lo bueno en tomar el metro y caminar en las calles. Te da tiempo para analizar tu vida. Pensé que existen 4 tipos de personas. Un grupo es cómo mi amigo conductor y yo. Siempre estamos intentando de pensar adelante en el tiempo. Lo más lejos mejor. Eso nos lleva a este situación ridículo de prepárarnos por lo que va a llegar, para no perder tiempo, para hacer el deber lo más eficiente posible y para controlar, quien sabe qué. Algo que nos hacen sentir más seguros, más en control me imagino.

El segundo grupo de personas están exacto en el otro lado de la escala. Cómo mis hijos por ejemplo. Estamos llegando con el coche al destino. Apago el motor y tengo que esperar para que ponen sus zapatos, arreglan la mochila y sí, tengo que arrancar de nuevo porque dejaron las ventanas abiertas. ¿Hola? ¿No sabían que vamos a llegar hace unos minutos? Pues, le valen. En este grupo están las personas que viven el presente en una euforia, sin molestar por el alucinante futuro.

La mayoría de la gente está en uno de esos dos grupos. Puede ser que el tercer grupo esta vacío. Quisiera estar allá. La personas en el tercer grupo actúan y practican, lo que se enseña en arte marcial, en la Cabala, en la sabiduría del Zen y me imagino que en otros métodos: El enfoque.

Sacar la tarjeta en el preciso momento para no estar parado haciéndolo. levantar el mano con la llave en el preciso momento que el sensor esta para leerlo. Poner los zapatos, cerrar las ventana y agarrar la mochila justo cuando papi apaga el motor. Comer el alimento perfectopor tu organismo, lo que no genera heces. Hablar lo mínimo necesario. Trabajar para ganar lo que de verdad necesitas. Ni un sentavo mas y dedicar lo que queda para estudiar la verdad.

Estar conectado con esa verdad cuando estas sentado en tu casa y en tus caminos, cuando estas acostado y cuando levantas.

Creo que este tercer grupo esta vacío, porque cuando Adam y Eva comieron de la manzana, salió mensaje del administrador: “salieron del grupo”.

Hasta la próxima.