El secreto de Stella.

Hola mundo.

Stella. No es francesa, aun la conocí en Paris, en mis 30’s y me enamore.

Fue un caloroso tarde. Deje la moto varias calles lejos de la torre Eiffel. Una Yamaha V-max. Esta monstro de 140 caballos subió conmigo al barco unos dos meses antes, para llevarme desde Grecia vía Italia a Francia. Estuve muy emocionado visitar la primera vez en mi vida este icono, lo que tanto leí, estudié y ame platónicamente. Llegó el momento para abrazarla al fin.

Dejé la Yamaha poco lejos para disfrutar la arquitectura, el pavimento y la gente que pasaron en mis lados. Caras serias, vestidos bonitos. Si sabía, que tan difícil me va hacer el camino de regreso, por el encuentro del amor que me está esperando, quizá no lo haría.

Llegué a la cima todo empapado. Muchas escaleras (1060). Por mi sorpresa, vi que el espacio contiene un restaurant bar. Viva Francia pensó mi corazón y senté justo en frente de ella. Sudaba también. Su largo cuello estaba lleno de gotas perfectas y brillantes de agua, hasta la llave.

Stella. La mejor cerveza de barril del mundo.

La cerveza acompaña la humanidad miles de años. Desde que empezamos hacer el pan. Imagínate. En Europa, hace mil años más o menos, la cerveza llegó a su forma conocida hoy día, gracias al uso de los lúpulos en el proceso.

Antes que la humanidad entendió, que sería buena idea separar el agua negra y la limpia, la gente enfermaron mucho. La solución en Europa fue tomar cerveza en lugar de agua. Al fin, la cerveza es una bebida esterilizada y en esos días, el agua fue bastante contaminada.

Estuve recordando de todo eso por dos razones. Lo primero, porque cada vez tengo menos confianza en la calidad de agua que sale de las llaves y también a la que nos venden en garrafones. Obviamente, no quiero decir que tenemos que empezar a beber cerveza en lugar de agua. El acceso de alcohol es dañino. Además, es muy fácil preparar en casa agua construida súper sana, cómo explique una vez. Sin embargo, la cerveza es una bebida increíblemente sana en consume moderado. Bebida que nuestro organismo conoce de hace miles de años. (El mío por lo mínimo:-).

Aquí están unos de sus beneficios formidables: la cerveza contiene ácido fólico, proteínas y hidratos de carbono. Aporta minerales importantes cómo el Fosforo, silico, potasio y vitaminas del grupo B. Es rico en lúpulo, sustancia que contiene polifenoles con propiedades antioxidantes y efectos beneficiosos para el envejecimiento. La lista sigue. Muchos investigaciones enseñan su beneficio para los riñones, contra el alzhéimer, sistema cardiovascular y más.

Normalmente, los productos caseros y artesanales son de mejor calidad comparable a los mismos productos, los que salen de las fábricas. Sin embargo, eso no es el caso con la cerveza. Las cervezas artesanales son muy ricas y buenas, no me entienden mal, pero muchas compañías comerciales de esta bebida, tienen raíces profundos en el pasado, llevan un argullo familiar y tienen los recursos para usar equipo y materia prima, lo que no es fácil conseguir para un productor pequeño, que con todo el respecto, en sentido de este arte, todavía está en pañales.

Un buen ejemplo es la cerveza belga Stella Artois. Este obra de arte fue creado la primera vez en 1366, en Lovaina Bélgica. En el año 1703, el nombre de la cerveza Stella gana el segundo parte – Artois, gracias a Sebastián Artois, lo que admitido cómo maestro de cervecero. Hasta hoy día, es una de la más antiguas y de las pocas que sigue la producción base de la receta original, usando materia prima de nivel supremo, lo que le da su profundo delicia sabor y tantas medallas. En 1926 Stella Artois se lanzó inicialmente cómo una cerveza de temporada para el mercado de las vacaciones de navidad. Fue tal el éxito comercial de la marca, que a partir de la segunda guerra mundial, empezó a producir todo el año.

Vamos a poner lo simple. La cerveza stella (y es solo un ejemplo, existen otros increíbles) fue una cerveza artesanal por casi 600 años antes que empezaron a fabricar la, en una manera masiva pero sin perder calidad, por otros cien años. Wow ¿verdad?

Pues, con todo el respecto a la moda de los cerveceros artesanales mocosos del hoy, es difícil combatir con estos gigantes.

Algo de humildad, por favor.

Hasta la próxima cerveza, Yaron.