Hola mundo.
Siempre digo, que los accidentes nunca pasan por culpa completa de un lado. No importa que tipo de accidente es, no puedes decir que alguien tubo la culpa al 100%
.La vida me dio dos ejemplos personales opuestos para enseñarme que nunca puedes decir nunca. En el primer ejemplo, hace poco más de dos años, rompí mi muñeca y fue 100% mi responsabilidad. En el segundo accidente, hace 3 semanas mi culpa fue absolutamente 0.
El dia que rompí la muñeca empezó con una mañana tranquila en mi bosque, llena con cantos de pajaros que solo el viento ligero, lo que paseaba las hojas secas de los árboles a la tierra lo interumpa.
Mi plan fue ir a cuernavaca pero decidí que no. Preparé un desayuno delicioso de semillas en yogurt con miel de abeja y bajé a la terraza. Acercándose a la orilla por el intento de agarrar poco sol, caí más de 2 metros. Mi muñeca pegó con una pieza de madera y rompió cómo si fuera de una muñeca de plástico. Pueden decirme, oye, no es solo tu culpa. Seguro lo que construyó la terraza es culpable también. Eso es verdad, solo que yo soy lo que lo construyó. Pueden decir: el que puso la pieza madera. Y te voy a responder: una semana antes fue yo que la deje ahí. No importa cómo lo vas a ver, en donde vas a poner tu dedo, fue yo y yo y yo.
Hace tres semanas manejé con la moto a la ciudad. Fue en la tarde. No tenía prisa y decidí, cómo hice muchas veces antes, tomar tranquilo la carretera federal. Por el paisaje, por los olores, y por el camino tan bonito. En una recta, totalmente segura, en velocidad baja, alguien Me pegó fuerte y en sorpresa en mi lado. No tenía ni un nano segundo para responder. Solo recuerdo el sonido del golpe. Los siguientes 40-60 minutos están borrados de mi memoria. Mis recuerdos empiezan con mis amigos al rededor de mi. parece que desbloque mi celular y la gente en la carretera mandaron mi foto y la ubicación a los primeros contactos de mi WhatsApp.
Lo que tienen es común los dos accidentes, es la manera milagrosa del cómo pasó todo después el accidente.
Con mi muñeca me costó casi 4 meses para regresar a la normalidad. Hoy estoy luchando para poder ver normal con mi ojo izquierdo y bueno, son 5 días después una cirugía monstruosa en mi clavícula, los dolores son fuertes todavía. Sin embargo en un mes estaré bien. El ojo va a tardar pero aun molesta, no me limita. Solo flamenco no voy a poder bailar más. Ni modo, nunca fue mi lado fuerte.
Lo que no paro de preguntar a mi mismo es, cómo puede ser que me dieron esos dos ejemplos. ¿Es para enseñar me que si se puede? ¿Poco cruel no lo crees?

Se que hay otra razón. Especialmente Por la manera de lo que fui salvado en los dos casos. Sentí que estoy de entre dos manos. Un mano que me golpea en una manera anormal mientras la otra me salva extraordinaria.
En este universo nada es casualidad. Una hoja seca, lo que está callando de las alturas de un árbol sobre una hormiga, no es casualidad. Simplemente tenemos que entender lo posible y aceptar lo imposible.
Cómo una hormiga.
Hasta la próxima, un Yaron poco roto pero en buen humor, gracias a mis amigos y amigas tan generosos.