Hola mundo
Como los conté en la semana pasada, fui al cine para ver la nueva película del matrix. En mi infancia, ir al cine fue el evento del año. Las salas estaban enormes, con capacidad de recibir cientos de personas en sus sillas de madera y las filas para comprar el boleto se estrechaban en el pavimento paralelo a la calle sin o con lluvia.
Vi la primera película de matrix cuando salió en 1999 y me quede impactado. No me imaginaba que se vayan a tomar sabiduría cabalista como un abono para película. Tan fuerte fue para mí experimentar visualmente las ideas que conocí, que fui a ver la misma película varias veces. Cuando salió la segunda y la tercera matrix, fue muy obvio que como siempre, cuando tienen éxito, lo repiten para sacar más beneficio. Sin embargo, me gusto ver la trilogía completa porque se cerró el ciclo de las ideas.
Por eso, cuando me enteré que están lanzando la cuatro matrix, me quede sorprendido, ¿como dios mío se van a lograr seguir una historia muerta? Pero lo hicieron y tenía mucha curiosidad aun poca esperanza para ver la.
Llegando a la plaza con mi moto estilo Trinity, encontré, que si quiero ver la película en su idioma natal, tengo que subir a la sala VIP. Cómo, ¿que si la quieres ver la en ingles, entonces significa que puedes paga doble? Ni modo. Deje la planta de los mortales y subí dos pisos hasta la zona de los elegidos, en la primera vez de esta vida.
En la sala encontré con una silla sofá enorme que se mueve e inclina así adelante y atrás, muy raro pensé, extrañando mi simple silla de madera. Un elegido en mi lado derecha pidió del mesero hamburguesa y más alimentos. La verdad es que al principio pensé que este chico, vestido tan guapo, simplemente no sabe encontrar su silla y casi levante para ayudar lo, hasta que entendí que es un mesero. Todo este situación de ambiente restáuratelo, me hizo meter mi palma en la bolsa de mi chamara adventure para checar, y si, ahí estaba mi ampolla con Jack Daniel, la navaja victorinox y el encendedor zippo (no fumo). Estoy listo.
La película se empezó justo cuando llego de nuevo el mesero con una charola enorme llena de productos Matrix. Moví mis piesesotes para que se pasara intentando simulamente ver los primeros imágenes. Es que yo soy de la escuela vieja. Cuando veo película, apenas estoy respirando. Quiero ver y escuchar todo. Estoy buceando literalmente a la realidad imaginaria que está en la gigante pantalla, mientras el sistema avanzado del audio se me emborracha con los sonidos surround. Normalmente.
Digo normalmente porque esta vez, en la sala VIP, los elegidos que se empezaron a masticar su cena favorita y chupar sus bebidas, no me dejaron a bucear.
Comer es un acto sagrado. los estudios científicos enseñan, que cuando estás viendo la comida y concentra en ella, el estomago se prepara las enzimas adecuadas para recibir el tipo de alimento que está en frente de ti. Es por eso que en la mayoría de las religiones, se rezan antes de comer. El rezo al fin es un tipo de meditación y dura suficiente para que tu cuerpo se prepare para el alimento. Luego, la costumbre es comer sin hablar, sin celulares, enfocar en el acto para disfrutar lo físicamente y espiritualmente. En esta manera la digestión es más eficiente, libre de colitis, agruras y otras maldades.
Dijo Rambam: Es mejor comer mala comida en Buena manera, de comer Buena comida en mala manera. Ni hablar de mala comida y mala manera ¿verdad?
¿Y la película? No me arrepiento por ver la, es un refrito vacio, exagerado, bien hecho, como solo los gringos saben hacer. Pero no se me antoja ver la de nuevo.
“Ignorence is blessed”, hasta la próxima,Yaron.