Hola mundo.
Amo la cebolla como bien sabes por leer mis posts sobre este tuberculoco.
Siempre usaba la cebolla blanca o amarilla las cuales son bastante parecidas. Prefería la amaría por costumbre pero la blanca en México es más común. Existe también la cebolla morada pero nunca la hice demasiado caso por más complicada, más difícil de encontrar y más morada me imagino. Todo cambió esta semana. Del hoy y adelante la cebolla morada va a ser la preferida.
Lo que me hizo este cambio es un estudio que leí en estos días sobre nuestras células viejas. Esas células que envejecen pero no mueren como deben ser y solo paran de funcionar aún siguen vivos. Con los años la cantidad de esas células zombis suben en la sangre y en los tejidos, contaminan células sanas, contribuyendo a las inflamaciones y enfermedades crónicas en el cuerpo.
En la medicina moderna están diseñando una rama de medicinas especialmente para ayudar a las células viejas a morir. Estas medicinas son costosas y todavía en proceso de desarrollo. Sin embargo existen maneras naturales para eliminar esos pequeños Frankensteins de nuestro cuerpo.
Una manera muy eficiente es el ayuno de 25 horas o más, lo cual es recomendable ejecutar varias veces al año. El ayuno intermitente ayuda también aún es menos eficiente. El ejercicio, eso que te hace sudar también es una herramienta para matar las células senescentes (así se llaman las células que se olvidan de morir).
Lo que descubrí esta semana gracias al estudio es que existe una molécula lo que mata esos necios, se llama Quercetin Flavonoid. Está en las moras, en el ajo, en la cáscara de las papas, en la cebolla blanca, pero especialmente y en una manera concentrada en la cebolla morada.
En el mercado de Cuernavaca encontré la cebolla morada muy fácil y en 14 pesos por kilo. Compré bastante. Pues, no me gusta la idea de acumular células que viven sin funcionar en mi holy cuerpo. No soy comunista.
Llegando a casa puse a freír una cebolla grande y muy morada e invente un desayuno lo que mis hijos les encantó. Aquí dejo las fotos en lugar de escribir la receta. De todos modos no recuerdo las cantidades. Fue espontáneo:







No te olvides poner sal y pimienta.
Hasta la próxima cebolla morada, Yaron.