Hola Mundo
Tengo cinco hijos gracia a Di-s. mis primeros dos hijos nacieron en Israel, cuando viví ciego y formé parte del sistema. Ese sistema que te vende leche de Vaca como un producto sano para los niños, que te dice que los pescados son la fuente de los aceites omega, que te vende cereales tóxicos para tu desayuno, fórmulas en lugar de leche de mamá y vacunas experimentales. Así que mis primeros dos hijos nacieron en hospital. Pobrecitos.
Yo también nací en un hospital, pero con una semilla que el sistema, con todo su poder, no logró controlar. Esa semilla, cuando llegó a edad de 31, rompió la costra de mi mundo como esas plantas delicados e inocentes que rompen el asfalto de una carretera vieja para respirar y ver la luz. Cuando llegué a edad de 45 ya estuve lejos de mi tierra natal para conocer una mujer extraordinaria. Su semilla nunca estuvo bajo del asfalto y juntos tuvimos tres hijos que nacieron en casa, en nuestros manos, lejos del cement(ari)o del sistema.
Durante nueve meses el feto vive gracias al cordón que lo conecta con su mamá justo en la zona entre el segundo y tercer chakra, el ombligo. De esa puerta recibe su vitalidad mientras la boca esta prácticamente cerrada. No solo la boca esta fuera del servicio en esos meses. También el quinto chakra está apagado.
La letra que representa la vibración del quinto chakra es la letra PE (פה) y significa literalmente “boca”. Si lees la palabra PE en hebreo al reverso, significa nariz. La boca y la nariz permiten respirar y los dos están cerrados mientras la vida entra al cuerpo del feto vía su cordón.
Cuando nace el bebé, se corta el cordón, el ombligo se cierra y la vida, por la primera vez entra por boca. El quinto chakra se activó.
La letra PE (פ) oculta un gran secreto. Está hecha de dos letras. La letra del cuarto chakra (כ) y la pequeña letra del último chakra YUD (י). El cuarto chakra representa el espacio para el alma, el corazón y la sangre. El último chakra es el puente que conecta nuestra dimensión con el creador. El quinto chakra, el chakra de la respiración, es la puerta que permite el flujo del alma, que llega del otro lado, a la sangre que gira gracias al corazón.
La diferencia de una persona con vida y un muerto es que el primero esta respirando y el otro ya no. Cuando nace el bebé y el quinto chakra se activa la primera vez, permitiendo un pedacito del Di-s a llenar ese pequeño cuerpo hecho de tierra y agua que está en tus palmas, eso es un momento tan grande que ninguna iglesia esculturada o sinagoga vitrolizada puede contener.
Dicen que el color del quinto chakra es azul, pero es una tontería. El color azul es de los tres primarios colores, pertenece a la letra M (מ), una de las tres vibraciones que formaron el universo completo. La letra PE en numerología es 80, exacto doble de la letra M. puede ser que su color es azul clarito porque contiene la letra YUD, una vibración de luz blanco. De otro lado, la vibración del aire es amarillo y el quinto chakra es el chakra de la respiración. La verdad es que no estoy seguro de su color, solo que azul no lo es.
estamos vivos gracias a los siete chakras. Seis están en el cuerpo, igual como las seis paredes que forman un cubo de tres dimensiones y se dividen en dos grupos. Los primeros tres chakras físicas y los tres espirituales. El símbolo de la estrella del David, explica visualmente esta dualidad. Un triangulo en su base – los tres chakras físicas y un triangulo en su cabeza – los espirituales. Para los hindús y los judíos la estrella del David es el símbolo de la sabiduría. Tres chakras que son espejos de los otros tres e igual como en el espejo, se ven al reverso.
El quinto chakra, el chakra de la respiración es el espejo del segundo chakra. El chakra de la sexualidad y de la creatividad. Con la boca, con la habilidad de hablar, estamos manifestando el poder del segundo chakra. Es el punto en donde el alma trabaja junto con el cuerpo para manifestar la vida. aquí empieza el conflicto de entre los deseos del cuerpo y el destino del alma. Este conflicto es un tema para libros y platicas muy largas. Algo que no puedo hacer en mi blog.
Perdón.
Hasta la sexta, Yaron.