Expectativas

Hola mundo.

Mi vecino compró una sopladora de hojas. Sabes, esa máquina que usan los jardineros para soplar las hojas que caen de los arboles en los caminos y al jardín. La maquina, de color blanco naranja, funciona con un motor de gasolina súper ruidoso. Tan fuerte es su sonido, que el operador debe que usar protecciones para no dañar sus órganos de oído que están en los dos lados de su rostro, atrás de las orejas. El motor hace girar una turbina, que lanza mucho aire vía un tubo ancho de plástico. Este viento artificial sopla las hojas a la dirección deseado y se permite amontonar las, para después recoger o simplemente quemar las en el sitio.

Normalmente los jardineros ganan en la lucha contra la naturaleza, pero aquí estamos viviendo en el mero bosque. Aquí es la naturaleza que gana. Al principio, cada vez que llegaba mi vecino, lo primero que hiso fue sacar su máquina y soplar las hojas de su jardín, generando una montanita bastante alta de hojas color café. Un día, después como una hora de soplación masivo, el jardín se quedo impecable. Todas las hojas que estaban tapando la grava blanca del jardín estaban amontonadas en una esquina. Hasta los arboles miraron abajo y no lo pudieron creer, de que perfección se llevo el asunto. De repente, así de la nada, llegó un fuerte viento natural y se levanto para el cielo esta montaña de hojas. Treinta segundos duro el viento. Cuando se calmo, la grava blanca del jardín estaba tapada con las hojas café, igual como en el principio. Mi vecino, frustrado me imagino, entro a su casa y ya no salió.

Una amiga se fue de viaje para festejar su cumpleaños  en un país exótico. Tenía su plan de qué hacer y a donde ir por cada minuto de su vacación. Muchos factores fueron involucrados en el rompecabezas del plan de viaje: amigas, hoteles, transportación y más. Todo fue casi increíble porque todos participaron a pie del plan. Todos aparte de uno – el clima. En uno de los días, el plan fue ir a visitar un rio precioso con agua transparente, pero justo un día y la noche anterior, se cayó el cielo. Llovió en una manera tan brutal que tenían que cambiar el plan. La razón por cambiar el plan fue, que probablemente el rio no está transparente. Por las lluvias, seguro el rio se mueve más fuerte y el agua es enlodada.

No digo, la grava blanca es muy bonita, sin embargo las hojas secas de los arboles no son nada menos de bonito. Un rio con agua transparente es hermoso, pero el mismo rio, furioso, con agua de color café no es nada menos impactante ¿verdad? Si solo uno se quita las paredes de las expectativas, que fueron construidos con sus padres y la sociedad, de repente se nota que nada es más o menos, que la belleza esta en todo, todo el tiempo y se puede fluir y disfrutar la existencia sin intentar cambiar la.

Veo el sufrimiento de las personas que invierten dinero y dolor en el intento de cambiar su propio cuerpo. Veo el sufrimiento de los niños porque sus papas luchan para cambiar y controlar uno a otro en lugar de disfrutar la luz que cada uno trae.

Lo único que tenemos que hacer para vivir en paz, amor y harmonía, es aceptar y no olvidar, que el infierno está hecho de expectativas.

Hasta la próxima, Yaron.