El secreto de la puerta al corazón

Hola mundo

Para terminar las paredes de mi casa, me faltaban como 100 tablas de madera, las cuales compré la semana pasada y este martes fui por ellas.

En la mañana siguiente desperté temprano. Hoy los voy a pintar, pensé. Sabia que es mucho trabajo, no es la primera vez que pinto esas tablas. Primero hay que pintar con sellador y luego con barniz color magnolia. Estoy pintando en el aire libre, sobre la terracería que pasa en frente de mi casa y sigue así hasta la barranca, como 100 metros mas adelante. En la noche ya esta lloviendo, así que tengo que terminar pintar esas tablas si o si.

afuera de mi casa
la manija del portón, así para presumir jajaja

Tomé café mañanero, hice mi ejercicio, meditación y con primeros rayos del sol, los que expulsaron la obscuridad de la madrugada, salí para acomodar las tablas, acostar los sobre “burros”. Logré acomodar 25 tablas. ¡Súper! pensé, las voy a pintar de los dos lados, esperar poco a que se sequen, quitarlas para poner otros 25 y así 8 veces. Creo que puedo terminar pintar hasta el fin del día sin problema. Seguí con acomodar las herramientas. El compresor de aire, la pistola y su manguera, puse mesita pequeña para el thiner, las pinturas, trapos y estoy listo para empezar. 

En eso, escuche que mi pareja se despertó y bajó a la cocina. Que buen pretexto para tomar otra taza de café antes de empezar a pintar. Además, son 14 años que estoy preparando el café de las mañanas para el amor de mi vida, sin importar de la hora o el lugar y me encanta este ritual.

Así como estamos tomando el café en la cocina, de repente oigo un ruido fuerte afuera, como las tablas de madera se caen. Wow estoy brincando, ¿Cómo puede ser? Estoy corriendo afuera para ver que esta pasando y veo que todas las tablas de maderas que arreglé tan bonito para pintar están tiradas a todos lados. Veo también un señor caminando hacia  la barranca con un machete en su mano derecha y un pico en la otra. Oye, estoy gritando, señor, ¿tu tiraste mi madera? Este señor que ya estaba como 20 metros adelante se volteó. Pude notar que tiene mas de 60 años, quizás 70. Tenia una energía bien fea, con mucho enojo. No puedes tapar el camino me grita, el camino no es tuyo, no lo puedes bloquear con tu pinche madera. Acerqué para poder hablar sin gritar. A ver, le dije, yo no sabia que usted va a pasar aquí, normalmente nadie pasa aquí, además solo tienes que pedir, así no se hace.  El, con un enojo tremendo me dijo: pues nosotros vamos a construir una cabaña mas allá, en mi terreno, ahora vas a ver, voy a tapar el camino con mi camioneta para que no vas a poder salir con tu coche y vas a sentir que feo es que te tapan la calle. En eso se volteo y siguió a caminar, dejando me atrás con toda la madera en el piso, llena de tierra.

Dicen que un buen vecino es mejor de buen hermano. Recuerdo hace 25 años, cuando abrí mi restaurante café “Ceramicafe”, Pegado, estaba un restaurante francés que ya tenia muchos años allá. El dueño no le gusto de nada tenerme como su vecino. Su restaurante fue la única en esta avenida. El, tenia miedo de la competencia. Pensó que se va a perder clientela y ganar menos dinero por mi negocio. Entonces, hizo todo lo posible para molestarme.

La remodelación del ceramicafe tomo 3 meses. Fue una casa de dos pisos. En el segundo piso instale un taller y galería de cerámica y en el primer piso, lo del café restaurante, en donde todo estaba hecho de cerámica hecha a mano y a la venta. Platos, tazas, jarras y hasta copas de vino.

En la semana antes de abrir, llamé a las compañías de bebidas para hacer mis pedidos, pero los camiones nunca llegaban. Cuando volví a llamar para reclamar me dijeron que si salieron para dejarme los pedidos pero la dirección que deje es equivocada. Nunca me encontraron.

 Después una investigación descubrí que mi querido vecino estaba esperando a los proveedores una cuadra antes de mi local, desviándolos a otra dirección para que no lleguen. ¿Lo pueden creer? Tenia que salir con los proveedores de sus bodegas para llevarlos, si no, nunca hubieran llegado.

Bueno, una vez que me conocieron, este problema se resolvió, pero Michel, mi vecino, siguió buscar maneras de molestar me. 

Un día, tocó a mi puerta el chofer de un camión grande que se estaciono en frente del restaurante francés. Oye, me dijo, ¿no sabes en donde esta Michel? Tenemos un pedido grande e importante para el pero su puerta esta cerrada y no podemos localizar lo en ningún teléfono.

No te preocupes lo respondí, yo puedo recibir el pedido y lo voy a pasar cuando regresa. El pedido fue grande, los quesos, las carnes guarde en mi refrigerador y los vinos acostados en lugar fresco sin luz.

Dos horas después Michel tocó mi puerta, todo rojo y con mucha vergüenza. ¿que tu recibiste mi pedido? Me pregunto en voz bajo. Si, claro, fue un gusto le respondí con una sonrisa, puse mi mano en su hombro y lo dije ¿somos vecinos no? Para mi eres como mi hermano, ven, checa la lista y te ayudo a pasar todo a tu cocina. 

Cuando terminamos a pasar todo, me invito a un vino. sentamos en su cocinan y reímos como fuimos amigos de la secundaria. Desde eso nunca jamás me molestó, al contrario, ayudamos uno a otro. Gracias a Michel, se cocinar la mejor sopa de cebolla que existe en la santa tierra de este mundo.

Levanté las tablas de madera, las limpié y acomodé de nuevo para pintar. Esta vez no lo hice en el camino. A las cinco de la tarde terminé de pintarlas. Tengo media hora para descansar y cambiar porque mis hijos están esperando a su clase de karate.

al fin participio solo kimah
y no, no es en mi casa

Ahora, que tengo nuevo vecino enojón, necesito mucha paciencia y paz para encontrar la puerta a su corazón. Todos tenemos puerta a nuestro corazón, aun, a veces esta escondida y con candados. No se bloqueó el camino con su camioneta como me amenazó, es un buen señal. A ver como voy

Hasta la próxima

Yaron.

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