Hola mundo.
Al fin se rompieron la piñata y entramos a la casa para partir el pastel que fue decorado por mi hija, la cumpleañera, en la casa de la gran chef repostera en Tepoztlán – Carolina.
El menú del día fue una crema de coliflor, chile poblano y cebolla en rajas con cubiitos de papas a base de crema de coco sin azúcar y especias del Tíbet, falafel en pitas (pan árabe) recién hechas acompañado con jumus y ensaladas. Por la cuarentena, llegaron pocos niños y a hora, para el pastel, se regresan sus papas.
Las mañanitas son preciosas, lo canta mi vecina que es una cantante profesional. Su pareja que es músico, la acompaña con su guitarra. El ambiente es muy familiar, y el pastel, bueno, el pastel es una obra de arte, delicioso.
Todavía queda poca luz, así que los niños se bajaron de nuevo al jardín. Los oigo en el trampolín, creo. Quedamos los papás alrededor de la mesa, platicando de mis nuevos experimentos de arte con botellas de vidrio, y de lo que pasa en el mundo. Afuera se empieza a chispear y se oye el viento. Estamos diciendo que es el momento en donde salen los alacranes, por el viento. Yohannan empieza a contar su experiencia con un alacrán que lo pico hace poco muy fuerte. Todos estamos hablando de los alacranes de repente. Somos de aquí, y aquí hay muchos alacranes. A cada uno lo pico un alacrán, mas de una vez y todos estamos de acuerdo, que es una criatura rara ese alacrán. Hay algo en la relación de entre alacranes y humanos que está mas allá de una explicación científica.
Estoy reforzando la teoría con mi propio cuento: fue un lunes, mi día de trabajo en la ciudad. Desperté temprano, casi casi me regañó el sol. me bañé, puse mi traje de motociclista – botas, pantalón con protecciones, chamarra, guantes, pasa montaña, tapones para los oídos, casco y subí a la moto para llegar a la ciudad, en donde me esperaban mis citas.
La primera cita fue en la condesa. Como siempre, llegué poco antes. No me gusta llegar directo. Es mejor descansar del viaje para juntar de nuevo la energía antes de tocar la puerta. A veces tomo café, o solo leyendo las noticias.
Entré, me quité mi traje de robocop, puse mi ropa de terapeuta y después una hora regresé al cuarto para cambiar de nuevo. Cuando tomé la bota para ponermela, vi un alacrán saliendo de ella. El alacrán salió con su cola arriba y empezó a marchar directo al closet que estaba en el otro lado del cuarto. Caminó como si lo hace cada mañana y no le importaba que yo, con una bota en un pie y un calcetín en la otra, estoy casi pisando lo, porque fui afuera del cuarto para llamar a la dueña de la casa. Normalmente, solo los saco al bosque, pero ahí en la condesa, no sabia que hacer con mi copiloto.
Lupita (nombre inventado) llegó con mucha curiosidad para verlo. El cuarto fue largo y apenas estaba llegando al closet. Lo atrapamos con un frasco de plástico. Que loco la dije, mire, fue conmigo en mi bota, una hora y media en la moto y otra media hora me acompaño a tomar café. Todo ese tiempo estaba tranquilo y no me picó.
¿Y eso te parece loco? Mira esto, Lupita abrió el closet y sacó bajo de varios libros, una caja vieja de madera. Eso, me dijo Lupita, es la colección de mi abuelo. Abrió la caja.
¿Conocen como se exponen las mariposas en los museos? Las dejan que se secan y luego los clavan con una aguja sobre repisas inclinadas de madera ¿verdad? Pues, en esta caja fue lo mismo, solo que con alacranes. La caja se abrió como un libro, en los dos lados, estaban todos los tipos de alacranes que existen en México, secos, clavados con aguas.
Mi alacrán subió a la moto en Tepoztlán, espero en mi bota hasta que regrese de mi terapia para poner la, en eso, se salió y fue directo al closet en donde esta una colección bastante rara de su familia. y eso, que todavía no escucharon el cuento de Yojanan jajaja.
Cada especie, si son humanos, animales, plantas o minerales, tiene una conciencia colectiva. La relación de entre esas conciencias reflejan en los miembros de las especias y via reversa. El cuento de Eva y la serpiente en la biblia, por ejemplo, no es un cuento de entre una humana y un animal, si no, de entre la conciencia de las serpientes y la conciencia de los humanos, lo que afectó luego a todos los miembros de las especias.
La platica en rededor de la mesa sigue y sigue. sé que los papas, que llegaron solo por el pastel, no se van a ir a ningún lado sin probar el menú del día. ¿Quién quiere falafel? Estoy preguntando, pues todos jajaja. Prendí el fuego de nuevo, el chiste del falafel es tenerlo todavía hirviendo en la pita.
En la mesa se regresaron a platicar, yo cocinando, pude ver de la ventana las piezas de la piñata rota en todos lados. La Iglesia Católica llevó hace 300 años la piñata a México desde España y aquí se agarro muy fuerte y volvió una cultura. Quizás porque en los tiempos prehispánicos también usaron algo similar para festejar el día del gran Dios Huitzilopochtli, o quizás solo por el carácter del pueblo mexicano que tanto ama divertirse.
A España, la piñata se llegó desde Italia. Marco polo en sus viajes, encontró esa tradición en china y la llevo a Roma. En China usaron la piñata para festejar el año nuevo.
Los judíos, que son mas serios, no usan piñatas, pero si se rompen un vaso en las fiestas de las bodas. Igual como los griegos con sus platos, o los rusos con sus vasos de vodka. Que tienen todas las culturas que se rompen cosas en las fiestas estoy pensando mientras relleno pitas con jumus, unos bolitas de falafel y lechuga picada.
La masa critica es 11. Cuando 11 personas ó más se juntan para rezar o festejar, por ejemplo, algo en la conciencia general de la especie se despierta. Está escrito que, si toda la humanidad va a rezar juntos, el Mesías va a llegar y Dios se va a revelar. Eso se va a pasar porque si toda la humanidad medita juntos, la conciencia de la especie se despertará totalmente. En eso, nuestra conciencia personal se va a fusionar con la conciencia suprema y vamos a ser parte de todo. Es la revelación divina, es la llegada del Mesías. Pero bueno, todavía estamos muy lejos de eso. Por el momento, solo estamos haciendo cosquillas a la conciencia de nuestra especie con nuestros rezos ridículos y las fiestas.
Va hacer poco largo y complicado explicar porque esas cosquillas pueden ser peligrosos. Es como empezar a manejar una maquina desconocida, mientras estas medio dormido digamos.
So los cuento, que al romper algo de valor, se concentra la energía que se genera en el aire, una energía que llega del mas allá y puede afectar a las personas que están despertándola.
Pregunten el alacrán
Hasta la próxima Yaron.