Hola mundo.
Mi pareja es muy noble. Invitó tres amigos de mis hijos para la cena de Sabbat (viernes en la noche) y después, quedarse a dormir con nosotros. La cena fue espectacular. Un guisado delicioso de Abas estilo Turco acompañado con arroz rojo, una charola enorme con alitas medio picosas recién salida del horno, hongos zetas en salsa original, frijoles, betabel y otras cositas. La verdad es que quise poner una foto pero luego pensé, que sería demasiado cruel para el mundo y abandoné la idea.
Uno de las otras cositas fue cebolla morada con chile manzano, bien picados, en vinagre de kombucha con poca sal y pimienta negra. Unos de los invitados que le encanta las salsas picosas pidió probarlo, y dijo: “me pasan el habanero porfa?”. Es chile manzano lo corregí y lo pasé el plato hondo con esa mezcla peligrosas. Pica, cuidado, le advertí.
Los niños, se emocionaron con el reto de mi salsa y todos hablaron de que picoso es este habanero. Niños, insistí, no es habanero, son unos malditos chiles manzano del arbusto que crece abajo en el jardín. Kimah, mi benjamín, se volteó y escupió: es que se nos olvido, entones vamos a seguir diciendo habanero, es simplemente más fácil.
No. Insistí. No es habanero y sí, van hacer la fuerza para recordar y pronunciar la palabra correcta. ¿Saben porque?
Los niños no esperaban mi reacción agresiva y meno a mi pregunta. Kimah, que ya vio a donde voy, respondió como un relámpago: “no queremos saber porque” pero mi hija Orlin me salvo y brinco, yo si quiero saber ¿Por qué papi?
Lo que pasa, empecé a explicarles contentamente, es que el cerebro, igual como los músculos, se desarrolla a través de ejercicios. Para los músculos, se usa pesas pero para el cerebro necesitamos retos. Si eliges el camino fácil, el cerebro se vuelve flojo. Recordar los nombres correctos, hablará con vocabulario amplio y ortografía correcta, es una herramienta importante para los niños que quieren desarrollar su cerebro y para personas de edad mayor que quieren mantener funcionando lo que lograron tener.
La única adulta en la mesa levanto sus ojos con la mirada que quiere decir: ya fue suficiente, y yo pregunte: ¿alguien quiere betabel?
No gracias respondieron todos los niños y yo seguí: ¿saben porque es importante comer betabel? Noooooo, respondieron todos simultáneamente, incluso la adulta de la mesa. Me quedé callado, masticando un pedacito de betabel y pensé, que bueno que tengo aquí a mi mundo que sí quiere saber ¿verdad?
¿Verdad?
Si van a googlear la palabra Betabel, en seguida van a tener una lista de más de 10 beneficios poderosos de este tubérculo, parte son únicos a este raíz gordito. No voy a copiar esa lista maravillosa. Prefiero enfocar en un secreto que no van a leer en ningún lado.
Como bien recuerden, en hebreo, todas las combinaciones de las letras de una palabra forman nuevas palabras que iluminan otros aspectos del objeto, dueño de esta palabra. Betabel, selek en hebreo ((סלק, al cambiar el orden de su letras, se vuelve ksil, y Ksil significa Yang, la energía masculina. La fuerza del sol y fuego. Si, El famoso Ying y Yang están en la Gemara judía y se llama Ksil y Kimah.
El Betabel recibe su fuerza directo de la energía masculina divina. Su poder de crecer es fenomenal, casi casi se puede crecer de nuevo aunque lo cocinaste. Su color rojo es el único que te penetra, hasta que sale de tus otros lados. Es un desinflamatorio poderoso, y si no estás fuerte para recibirlo, se te van a formar piedras en tus riñones.
Rambam dijo que cada día tenemos que consumir algo de los tubérculos. El betabel es un tubérculo especial por su poder masculino. Mejor comerlo crudo pero no diario. El betabel, más que un alimento, es una medicina y hay que tomarlo con respecto.
No levantan los ojos. Ya entendí, es suficiente :-).
Hasta la próxima, Yaron.