Hola mundo
Cuando veo de lejos uno de esos camiones horribles, que sacan de su mofle humo, negro como las almas de los políticos, respiro profundamente, e intento de aguantar sin respirar hasta que lo rebaso. Es que manejo moto y odio necesitar respirar esta porquería. A veces hasta casi me desmayo por hacer lo y en eso, recuerdo la primera vez que tenía que aguantar tanto mi aliento.
Fue en mi examen de graduación del curso de buceo en el ejército. El examen fue muy simple. Tenía que entrar al agua, poner el traje, los tanques del aire, el otro equipo y ya. Solo que todo lo que tenía que poner, estaba en profundidad de 10 metros más o menos, en el fondo del rio más contaminado del país, en donde uno no puede ver ni a su nariz. Y no solo eso. Si ya lograste la misión, te estaban esperando abajo unos buceadores para molestarte.
El chiste es, que para lograr pasar el examen, tienes que aguantar sin respirar hasta que encuentras los tanques del aire y el regulador, para poder respirar bajo del agua. Luego es más fácil y si, casi me desmayé en el intento.
Años después, recibí una invitación del ejército para realizar exámenes de salud. Parece que un porcentaje alto relativamente de mi generación se enfermó de cáncer, algo que tenía que ser con la contaminación de este rio dijeron. Nunca presenté a esos exámenes y gracias a D-os estoy bien. Sin embargo, aparte de la tortura y el riesgo de nadar y aprender a bucear en un rio contaminado, la parte del no respirar fue algo muy sano. Algo que en esa época no lo sabía.
En el cuerpo, tenemos una gran cantidad de células madres. Seguro escuchaste algo sobre esas células, porque últimamente están de moda (y no, no estoy al favor de los tratamientos con esas células). Una célula madre, es una célula que puede convertirse en otro tipo de célula. Son refacciones inteligentes. Imagínate que en el Autozone se vende solo un producto, que al instalar lo en tu auto, se convierte en el parte dañado. ¿Genial verdad?
Cuando unas células o tejido en el cuerpo se daña, algo mágico está pasando. El sistema linfático hincha la zona dañada con células madres, los que se convierten en las células muertas para regeneran lo que se murió. Impresionante. Es por eso que es muy mala idea drenar o desinflamar el proceso con medicinas o con una jeringa, lo que tanto le gustan hacer los doctores para ganar dinero y los pacientes para sentir alivio del dolor, porque si, cuando se hincha, se duele.
Existen seis tipos de células madres, por sus síes niveles de poder. Desde los más poderosos, células madres que pueden convertir a cualquier tipo de célula y prácticamente generar un organismo completo, y hasta las células madres más simples, los que pueden convertir en una gama muy limitada de tipos de células.
Mi blog como siempre digo, no es una revista científica y no voy a explicar aquí el increíble mundo de las células madres. Lo que sí es beneficiado saber, es lo que las activan. Las células madres se activan en varias maneras. Lo más común es la manera automática, por un trauma en el cuerpo o una enfermedad. Cuando el cuerpo detecta eso, se manda las células madres cercanas o lejanas, depende del tipo necesario. Pero existen otras maneras para activar las células madres.
Una es la falta de oxígeno en las células. Cuando las células en el cuerpo entran a estado de emergencia por falta de oxígeno, uno de las cosas que pasan, es que células madres en todo el cuerpo se “despiertan”. Eso es un mecanismo que ayuda a rejuvenecer el cuerpo, porque las células madres que se despiertan, se convierten y regeneran células muertas o células viejas, los que no fueron suficientes para activar el proceso automático del cuerpo.
Practicar unas veces en la semana el ejercicio del no respirar, es muy bueno para mantener el cuerpo sano y joven. Así que al fin, no me puedo quejar tanto de los camiones ¿verdad?
Hasta la próxima, Yaron.