Chile relleno y el secreto de los mariscos.

Hola mundo.

En mi blog, cómo bien sabes, a veces pongo recetas y en eso, aprovecho para iluminar el lado saludable del platillo. Así fue con el pan integral, las deliciosas habas, la sopa de cebolla, coliflor y muchos más. Lo que tienen en común todos esos post gastronómicos/saludables es que los platillos salieron de mi cocina. Hoy por mi sorpresa, quiero presentar un platillo mexicano, lo que probé fuera de mi casa, hecho en una manera diferente, genial, rica y sana.

El chile relleno. Solo que relleno con pescado.

Fue el viernes. Desayuné un omelette de huevos de gallinas libres con hongos silvestres en la patisserie Dominique. Decidí quedar allá porque tenía un zoom de dos horas y el lugar es tranquilo y cómodo.  Terminando el trabajo, arreglé mis cosas para irme. En eso, acercó Dominique y me preguntó si quiero probar la comida del hoy. “es chile relleno” me explico. “no querida”, tengo que correr. Además, apenas Desayuné el mejor omelette de mis vidas, de verdad estoy lleno.

Está bien me dijo la dueña. Dos minutos después, dejó el mesero en frente de mí, dos platos. Una ensalada verde con semillas de granada encima y crema de nueces en su fondo y en el  otro plato, chile relleno enorme bañado en salsa de jitomate con mucho ajo y unos flores de calabaza rellenas con queso.

El chile, me explicó, esta relleno con pescado y mariscos normalmente. Eso, para ti, es solo con pescado. Lo probé y casi desmalle. La combinación del chile poblano en su punto perfecto, capeado, el pescado blanco fino y la salsa, fue espectacular. No me falto los mariscos, aún estoy seguro que debería ser hasta más rico.

Los mariscos es un alimento interesante. De un lado, el consumo moderado tiene beneficios para la salud. Aparte de contener una gama amplia de minerales, yodo, selenio, omegas, proteínas y vitaminas, existen numerosos estudios que enseñas su beneficio para el cerebro, el corazón, las tiroides y más.

Sin embargo, los mariscos tienes otro lado. En Judaísmo son prohibidos de comer. De hecho, todos los animales que viven en el agua y no tienes escamas y aletas son prohibidos de comer para los judíos.

Los animales que no son Kosher (prohibidos de comer en judaísmo), tienen en común dos cosas. Primero, llevan un riesgo para la salud del cuerpo. Enfermedades o toxinas. Segundo, cómo el cuerpo es un reflejo del alma, tienen un efecto dañino sobre nuestro parte espiritual.

Con los mariscos, el problema físico es su contenido de una biotoxina marina que se llama ácido Domoico. Este acido, que curiosamente no existe en los animales marinos, los que llevan aletas y escamas, puede causar intoxicación grave en cuerpos de mamíferos, especialmente humanos.

En nivel espiritual, será poco complicado explicar en este post su efecto. Podemos decir en una manera muy general, que comer mariscos “opaca” el alma por un tiempo.

Así que tú decides. :-).

Hasta la próxima, Yaron.