Hola mundo.
Hoy (miércoles) es el día del perdón. Cuando se acabe la luz del día, se apaga también la luz divina que se prendió hace 10 días. Un año mas va a pasar, hasta que llegaremos a este evento de nuevo. (la explicación completa esta en el post “el secreto del perdón”).
Los judíos toman muy en serio este día, lo pasan en ayuno que dura 25 horas, sin comer, sin tomar y sin bañar ni lavar los dientes. Todo el día pasan rezando, con la intención de absorber lo máximo posible de esta luz que pronto se apaga.
Porque el ayuno dura 25 horas y no 24 es buena pregunta. Pues, no van a creer, pero en nuestro cerebro existe un reloj independiente, que mide 3 tipos de tiempos. Un tipo mide las 24 horas conocidos, gracias a los rayos de luz. Otro mide 25 horas . Este reloj de 25 horas es responsable a los ciclos hormonales, por ejemplo. El propósito del ayuno en el día de perdón es llegar al fin del diá, con el cuerpo totalmente limpio de capas físicas. Por eso necesitamos las 25 horas sin comer ni tomar para que el cuerpo termina un ciclo completo de su reloj sin contaminar.
Esa costumbre de ayunar es algo que los hombres empiezan en edad de 13 años y las mujeres en edad de 12. Yo empecé a ayunar en edad de 9 años. Tienen que entender, en Israel, este día es muy marcado. Todos lo respetan. Quizás no todos ayunan, pero nadie va a trabajar, nadie maneja coches. Todo esta cerrado por ley, hasta el aeropuerto. El país completo esta en silencio. Los niños y adultos que no van a las sinagogas, salen a pasear en las calles que los coches abandonaron. Como niño, me impacto mucho este día y por eso decidí ayunar en edad tan joven y lo practico hasta hoy día.
Exacto hoy hace 46 años, en 1973, los países árabes que rodean Israel tenían una idea genial, dijeron, que tal si en este día del perdón, cuando los israelís están en ayuno, en las sinagogas, cuando el país es país fantasma, ¿que tal si en este día vamos a atacar y matar a todos?
A mi no me dijeron nada esos malditos. Fue mi tercer año del ayuno y quede con mi amigo de salir temprano para caminar en el periférico de mi pueblo, algo como 20 km.
Salimos temprano para no tocar mucho sol porque no podemos tomar agua por el ayuno. Mas o menos a las diez de la mañana pasamos en lado de la fábrica de papel. Una fábrica enorme que normalmente genera mucho ruido y humo blanco que sale de sus negras chimeneas. Este día estaba muerto todo. Silencio total. Como caminamos cerca a la reja de la fábrica, noté que hay un hoyo lo que permite a nuestros cuerpos flacos pasar. Así, por traviesos y curiosos, empezamos a investigar el jardín de la fábrica. De repente, vi un clavo enorme que tenia un hilo de colores enredado a su largo. Estaba tan bonito que lo quise, solo que estaba bien clavado en una caja de madera. Tomé una piedra pesada y empecé a golpear el clavo de sus lados para aflojar lo. “que estas haciendo” me regañó mi amigo, ¿que tal si hay alguien? ¿Que tal si nos van a agarrar? Pero yo estuve bien obsesivo con este clavo. Cuanto estaba suficiente flojo, lo agarre con mis dos pequeños manos y con toda mi fuerza lo jalé.
Lo que no sabia es que arriba, en el techo de la fábrica, están las alarmas especiales que se activan en caso de guerra. Tienen sonido muy fuerte para que se escucha en todo el pueblo. Justo cuando caí atrás con el precioso clavo en mis manos, se dispararon las alarmas. en el medio del silencio del día del perdón, arriba de nuestra cabeza empezaron a llorar las alarmas mas poderosas que existen. Como las alarmas se empezaron exacto en el momento que el clavo salió de la madera, estuvimos seguros que fue el clavo que los activo y salimos corriendo como locos de la fábrica. Pero peor, en la carretera pudimos ver camiones militares, madrinas con tanques y aviones en el cielo. Todos para atraparnos, pensabamos. Con suerte, vimos que debajo de la carretera pasa un tubo se drenaje bastante grande y ahí nos metimos para que no nos van a atrapar. Tuvimos tanto miedo que quedamos escondidos allá hasta la noche.
Encobijados con la obscuridad empezamos a regresar a casa, muriéndose de hambre y sed. Mi mama estaba esperando me en la calle. Nunca olvidaré su mirada. Mi papá ya estaba en la frontera. Miles de inocentes, jóvenes, miel de la tierra, murieron este día. Hasta hoy se me salen las lagrimas contar esta historia, incluso escribirla.
Ya casi. Creo que los últimos 30 minutos del ayuno, son la prueba para la teoría de la relatividad del tiempo jajaja. Son taaaan largos .Voy a meditar.
Es jueves, 6am, el café mas rico de mis vidas. Hasta viernes. Yaron.