Hola mundo
Soy hijo de sobrevivientes del holocausto. Recuerdo muy bien el numero tatuado en el brazo de mi abuela que descansa en paz. Mis papas pasaron cosas que ni las películas mas terroríficas pueden imaginar. Cosas terribles en nivel enfermo, Hambre y mas. Esos eventos que robaron sus infancias, sus familias y sus corazones, los hicieron inmunes a la idea que existe un Dios, lo que formó este mundo y lo vigila. Para mis papas no puede ser que existe un creador generoso y amoroso que también permite lo que vivieron.
Es por eso que a mi, me criaron como un ateísta. Sabia que soy judío porque nací en el país de los judíos. En la escuela aprendí mi historia, pero todo el parte judío religioso fue totalmente borrado por mis papas. Nunca fui a una sinagoga y nunca respetaron en mi casa ni una regla judía conscientemente. En mi edificio por ejemplo vivió una familia algo religiosa, su hijo tenia mi edad. Mis papas me prohibieron jugar con el, me dijeron que son primitivos, que son mala influencia para mi.
Aun, con todo el rechazo por los traumas que pasaron, un judío tiene semillas que son irrompibles y cuando llega el tiempo se germinan. Uno de esas semillas es el “bar mitzva”. El bar mitzva es una celebración judía que marca el punto del tiempo en donde un niño se vuelve un hombre. Es un evento tan importante, que mis papas, con todo el rechazo del judaísmo, no lo pudieron negar y cuando llego mi tiempo de volver en un hombre, me llevaron con un rabino, como seis meses antes de la celebración, para que me enseña lo que necesito cantar en la sinagoga central de mi pueblo, en frente de una audiencia de toda una comunidad judía que nunca vi antes en mi vida. Fue la primera y casi la ultima vez en mi vida que fui a una sinagoga. El evento ocurrió en un sábado. Yo llegué a la sinagoga con mi bicicleta y no entendí porque los otros niños tiran piedras en mi (los judíos no andan con bicicletas en sábado), tanta fue mi ignorancia.
El Bar Mitzva se celebra en edad de 13 años para los niños y en edad de 12 para niña. Sin embargo, la celebración que se hacen para las niñas es casi casi solo para que no tengan envidia por los niños. Como las mujeres nacen completas, con sabiduría ”built in” y con un nivel espiritual supremo, no se pasan una gran cosa en edad de 12. Pero el niño si. Se vuelve de un infantil mocoso a un hombre en potencia a esa edad, entonces la celebración es grande.
Por el Bar Mitzva y por otras razones, el numero 13 en judaísmo es un numero importante, casi sagrado, igual en la cultura Maya, pero en la mayoría de las culturas, el numero 13 es considerando como un numero de mala suerte.
Miren esta lista: para los católicos es de mala suerte por la Ultima cena, en donde participaron 13 personas y uno se falleció. En la Formula 1 no se utiliza el trece ni en los aviones. Lo mismo con algunos equipos de futbol. También hay calles que omiten el portón 13 y hoteles que evitan el piso 13 para no incomodar a sus huéspedes. En Madrid, por otra parte, no existe la línea 13 de autobús. Viernes 13 en los naciones anglosajonas y martes 13 en España y los países Latinoamérica también consideran como días de mala energía y suerte. Sin embargo, el trece es el valor preferido de las brujas y lo usan en sus ceremonias.
Esta semana me toco ver la magia de este numero. Son varios años desde que empecé a construir mi casa aquí en el bosque. Lo hago solo, poco a poco. Una casa hecha de metal, madera y vidrio. Cuando empecé, mis tres hijos fueron solo niños pequeños y claro que no pudieron ayudarme. Especialmente Shamaim, mi hijo mayor, que tuvo 9 años cuando empecé, nunca tenia mucho interés en el proyecto. Estaba gozando su infancia en una manera completa. Jugando con plastilina, estudiando en sistema de ¨unschool¨ gracias a su mamá y juntos con sus dos hermanos viviendo en un mundo paralelo a mi.
En dos meses Shamaim va a cumplir 13 años. Martes en la mañana se me acercó y me preguntó ¿papá, te puedo ayudar? me quedé sin palabras. No sé si todos los papás sienten como yo, pero para mi, eso que mi hijo quiere aprender y trabajar conmigo, es lo máximo posible de mis sueños. Claro, le respondí. Hoy vamos a terminar las paredes de madera en los cuartos y tu ayuda es bienvenida.
La verdad es que estuve seguro que quiere ayudarme para pedir que lo compro un juego nuevo para su Xbox o algo de este estilo y en media hora se va a desaparecer para jugar con palos en el bosque, pero no, desde martes, cada día se despierta temprano, preguntando ¿Qué vamos hacer hoy? Y trabaja conmigo todo el día como grande. Su manera de ayudar y trabajar es como un bebé que empieza a caminar. Me da mucha ternura verlo cambiando drásticamente de un día a otro, por acercar al año 13 que está a punto de cumplir. Ya no tengo 3 niños en la casa. Tengo dos niños y un adolescente. Que sabios son nuestro ancestro estoy pensando.
En el Tarot, el numero 13 significa la muerte, pero mas bien habla de una situación en donde el pasado se termina, dejando un papel blanco para que se nazca un principio nuevo. Justo lo que esta pasando en frente de mis ojos con Shamaim.
Como la mamá de Shamaim no es judía, seria imposible hacer lo un Bar Mitzva tradicional y la verdad es que ni me interesa. Mas bien una ceremonia como en la película capitán fantástico combinada con sabiduría judía seria mas adecuado jajaja. A ver que se me ocurre.
Hasta la próxima
Yaron