Hola mundo
Cuando viajé en Tailandia, hace 35 años, me encontré con un grupo de mochileros, que planearon una pequeña aventura en un bosque de bambú, con una guía local. Me gustó la idea y temprano en la mañana siguiente, subimos unos diez jóvenes, mujeres y hombres, a una camioneta Toyota con nuestro guía, para llegar al destino y empezar la caminata en la selva del bambú por una semana.
En la noche, en rededor de la fogata, platiqué con una chica canadiense. Cuando se enteró que soy israelí, empezamos hablar de mi país y en un punto la pregunté; ¿Cuántos israelíes crees que somos? Su respuesta fue; algo de entre 130 – 150 millones. “Nop” la respondí. Somos unos 6 millones. La chica se quedó sin palabra. Me dijo cosas como; “a donde estoy viajando, hasta una selva de bambú, me toco con israelitas.”, “Israel está en la fronteras de todo básicamente, como puede ser que son tan pocos”.
Me recordé de este noche en frente de la fogata, intentando de convencer una compañera, de que tan pocos somos, porque estoy viendo unos datos sobre de que tan poco es la población de los animales salvajes, comparable a la población de los humanos, o la población de los animales que el humano cultiva para la industria de alimentación, y no lo puedo creer. Siento como una canadiense en frente de la fogata.
Creo que el siguiente dibujo lo dice todo:
No sé ustedes pero yo, viendo estos datos, se me hace sentir muy triste. Obviamente, nosotros los humanos, no estamos viviendo en armonía con la naturaleza. Nuestro crecimiento no va a poder seguir así para siempre. De hecho, estoy seguro que estamos en la recta final.
La buena noticia, es que nosotros no vamos a acabar con la naturaleza, pero la mala es, que la naturaleza nos va a patear. El secreto de este post es simplemente tener esta conciencia.
Tener la humildad y estar preparados.
Hasta la próxima, Yaron.