Hola mundo
Muchas veces, cuando una persona se va con el doctor por un problema físico, se acaba con, que el último se le ofrece una cirugía. Dolor en la rodia, mala vista, molestia en la espalda o en el hombro y mil cosas más. Eso se me recuerda una broma:
Un gringo se fué a viajar a Japón. En el tren, estaba sentado en lado de un japonés, lo que tenía un reloj algo grande y ancho pero bastante bonito. De repente, el japonés saca un control miniatura, lo apunta a su reloj y el reloj se abre para servirlo una taza pequeña de expreso. Luego, con otro botón en el control, el reloj se proyecta una película de alta calidad en el aire justo en frente de la cara del japonés. La película se terminó y el japonés apunta su control de nuevo. En eso, salen del reloj mini robots que lo dan masaje en su cuello.
El gringo se quedó impactado y pregunta: ¿oye, cuánto cuesta este reloj tan increíble tuyo? Dos mil dólares responde el japonés, pero la verdad es que ya me cansé de tener lo. Te lo vendo en cien dólares por si lo quieres. Siiiii dijo el gringo y lo compró. Durante el viaje en el tren, el gringo se disfrutó mucho, probando las maravillosas trucos del reloj. Cuando llegó a su destino, se levantó de la silla para despedir. Momentos dijo el japonés, enseñando con su dedo a dos enormes maletas negras y súper pesada: “que no se te olvides las baterías” :-).
Recuerdo esa broma, porque así son los doctores. Se te ofrecen la cirugía por sus maravillosas ventajas pero nunca te cuentan, sobre las enormes maletas negras que llegan con ellas. Me refiero del proceso de la recuperación, de los efectos secundarios y de lo que dura el beneficio de la cirugía. (Obviamente, no me refiero a las operaciones que salvan vidas, ni a las cirugías, las que son necesarias por un accidente, o para ayudar por un defecto de nacimiento).
Por ejemplo voy a tomar el caso de mi madre. Ella usaba lentes toda su vida. Usar lentes no es algo cómodo. Se pierden, se rayan, y en el caso de mi mami, se tapa sus preciosos ojos azules. Hace unos años, se fué con su doctor oculista para ajusta una vez más la talla de sus lentes. El doctor la ofreció una cirugía moderna con rayos láser para arreglar su vista. Para que no va a necesitar usar esas lentes primitivas que usan la gente corriente.
Y si, hoy día mi madre no usa más las gafas. Se quedó casi ciega en un ojo y con el otro, apenas se puede ver algo.
La gama de efectos secundarios, las fallas y los riesgos que lleva la cirugía con láser en los ojos es muy amplia. Curiosamente, nadie te lo va a decir. No te van a decir que la cirugía causa ojos secos crónicos, perdida severa de calidad visual por perdida de sensibilidad al contraste. No te van a decir que el ojo jamás sana del todo, ningún ojo, ni uno. No se van a mencionar las consecuencias a largo plazo, ni que la cirugía no elimina siempre la necesidad de gafas. El doctor no te va a contar que los daños son irreversibles, ni de la cantidad de los casos de suicidios por secuelas psicológicas y por lo último, y lo más grave, nadie te va a contar que existen alternativas mucho más seguras, ni que muchos expertos piden la paralización de estas cirugías.
Yo no soy experto, pero de un lado estoy al favor de esas cirugías. Soy al favor de todos tipos de cirugías, hasta las cirugías plásticas para las estéticas, incluso los implantes de silicón en los pechos y nalgas y los inyecciones de bótox.
La razón que estoy al favor de esos experimentos sobre humanos ignorantes, porque es la única manera para que la medicina y la tecnología avanza. Un día, si siguen así, van a llegar al nivel en donde si será increíble, seguro y con mucho éxito. Solo que por el momento, mientras no lo es, yo personalmente no lo hare.
Hasta la próxima, Yaron.