Hola mundo
Últimamente sufro de insomnio. Cada vez peor. Al principio pensé que es por la separación. Luego por este aparato que el cirujano conectó con tornillos a los huesos de mi brazo para que la muñeca se recupera. Pero a hora, ya no hay pretexto, no pienso en mi ex ni están los tornillos. Entro a la cama tipo 10:00pm y levanto a las 05:00 sin que durmiera ni un segundo. Eso me pasa 3 noches en la semana, mientras en los otros duermo 2-3 horas. Lo más loco es que no tengo sueño. Si, siento el daño que me provoca la falta de dormir. Se siente del entro, en los músculos y en los huesos, pero no tengo sueño. Hace un año por ejemplo, no pude leer más de una página sin que se me cerraran los ojos. Ayer en la noche, leí de las una en la madrugada y hasta las 03; 00. Pare de leer para intentar dormir, pero ni madre, no lo logré.
Obviamente, no tomo medicinas para dormir. Ni las naturales, al fin son medicinas igual. Una noche pensé que son los dolores en mi brazo que no se me dejan a dormir, entonces tomé un analgésico. Muy rápido se desapareció el dolor, por cuatro horas más o menos. Cuatro horas que los recuerdo por cada minuto que no dormí.
¿Qué causa mi tremendo insomnio? pregunté gracias al Zoom, a una exelente doctora, una psicóloga que me ayudó el último año. La explicación que me dió, aparte de muy interesante, nos da la clave para vencer el insomnio sin medicinas:
En nuestro cerebro existe la Amígdala. Este parte del cerebro es responsable a muchos procesos involuntarios, pero aparte, la amígdala tiene un “botón rojo” para situaciones de peligro extremo, y cuando se aprieta este botón, la amígdala toma control total sobre el cuerpo.
Por ejemplo. Si un perro te ataca, no hay tiempo para pensar. Quien decide si vas a correr o vas a luchar contra el perro, no es la conciencia, si no, la amígdala que toma la decisión, base de su programación.
El programa más añeja y más poderosa que tiene la amígdala, es cuando uno se pierde su tribu. Lo que pasa es, que en los primeros días de la humanidad, si un individuos se perdería su tribu, eso significa un muerto seguro. Así que cuando la amígdala entiende que su dueño perdió su tribu, se empuja el botón rojo y empieza ejecutar una programa que todo su propósito es poner el organismo en su fuerza máxima. Quiere decir adrenalina, hormonas y todo lo necesario para poder buscar tu trivio, sin comer, sin dormir.
Voy a contar mi propio caso que generó mi insomnio. Aun, no es un ejemplo. Cada uno es un caso diferente. Cuento mi caso porque aún es diferente del tuyo, el mecanismo es igual.
Soy inmigrante. Cuando llegué a México hace 17 años, estube solo, sin trabajo, sin idioma, sin tribu. Mi amígdala empujo el botón rojo, y ejecuto un programa que yo, Yaron, lo tengo. Encontré mujer en la manera más rápida posible y construí mi propia tribu con aldea y todo. Lo que no sabía es, que la mujer que encontré ya tenía su tribu, quiere decir sus amigos y su estilo de vida. Al empezar una monogamia conmigo, tenía que dejar este estilo de vida y al fin su tribu ¿puede ser que su amígdala se empujó el botón rojo?
Hace síes meses, otra vez me quede sin mi tribu, porque la mama de mis hijos me confesó, que aún se intentó sinceramente, la monogamia no es la suya y se regresó a su tribu. No sé si es por su amígdala, ni voy a saber. Pero eso que siempre fue una conmigo y otra con el mundo, me hace pensar…
Anyway. A hora que me quedé sin trivio, mi amígdala se activó una vez más esta programa, en donde voy a buscar una pareja para crear un tribu nuevo (la aldea ya está). Solo que hoy día, mi conciencia es más fuerte. No dejo que esta programa funcionará. Este conflicto de entre mi amígdala con su botón rojo y mi conciencia, es que me genera el insomnio.
Cómo explique, cada uno y su amígdala y sus programas. Cada uno es un matrix completo. Somos únicos e irrepetibles. Para poder ganar y tomar control sobre nuestra vida, tenemos que convertir en un Neo (el protagonista del matrix). Bucear en nuestro matrix para encontrar el torre, en donde está el botón rojo y apagar lo.
O tomar medicinas para dormir, o por la presión, o por la ansiedad, o las agruras, o por otras cosas, por vida.
Hasta la próxima, Yaron