El secreto de las profecías.

Hola mundo.

En las mañanas, después que lavo mis manos, estoy buscando el camino más corto a la estufa para preparar mi enorme taza de café. Tomando la maravillosa bebida negra y antes de hablar con mis padres, abro el celular para leer las noticias mundial y ver si estas todavía vivo.

Siempre me decepciono, viendo que todo sigue igual. No que quiero que te mueres, solo que cambias. Dejar atrás esa época obscura de la humanidad, en donde solo lo material importa y pasar a la siguiente etapa, en donde la conciencia espiritual es parte de la vida cotidiana, en donde todo está transparente, sin mentiras, vivir en armonía con el creador y la naturaleza. Dejar la mentira de los “académicos”, el control letal de la industria farmacéutica, la corrupción de los ladrones que se llama gobierno, el veneno de la media, la gula de la comida y del sexo, las inútiles guerras. No no, eso no, forzosamente las guerras, y tristemente, es el camino. La palabra Islam por ejemplo, está hecha de dos partes i + salam, lo que quiere decir no + paz, o de otra palabra, guerra. Algo  que estas a punto de descubrir mí querido mundo.

De un lado, entiendo porque todo sigue igual. Estamos solo en el año 5784, lo cual en diez días va a cambiar al 5785. El cambio debe de ser cuando terminan los 6000 años. Sin embargo, es lógico que el cambio sea un proceso. Si estamos viendo las profetas en la Torah, podemos notar que las mayorías fueron cumplidas a pie de la letra. La única que quedo pendiente, es la profecía sobre la tercera querrá mundial, una guerra con el nombre “Gog y Magog”, la guerra final, la que trae el salvador llamado “mashiaj”.

Los profetas que hablan sobre esa época, la época del fin de los días, son varios. Sincronizan y manifiestan en el presente en una manera, lo que te da la sensación que las cosas de verdad están pasando. Leer las noticias en las mañanas es cómo leer las profecías. Así de loco.

¿Será que estamos en los fines de los días?

Solo D-os sabrá.

Espero que hasta la próxima,

Yaron.