Las pequeñas tiendas

Mundo, Booooom. 

Algo se estrelló contra el enorme cristal del salón. Fue un pájaro. el vidrio todavía estaba temblando cuando levanté y corrí abajo como flecha para salvar el pobrecito, pero el gato me ganó. Pude ver el pájaro en su boca por un segundo, antes que se desapareció de entre de los arbustos del jardín.

En la noche, acostado con mi nariz aplastado contra el mismo cristal, solo que tres metros mas arriba del accidente, pude ver los murciélagos como se vuelan en el aire, iluminados por media luna. De repente, un murciélago se acerca al cristal en una velocidad enorme y en el ultimo momento se cambia su curso para salvar se de mi salvaje gato.

Que increíble, estoy pensando, cuando el peso de mis parpados gana. Que increíble que un pájaro con excelente vista choca, en donde un animal ciego se logra a salvar.

En mi sueño, regresé a volar y entre a vértigo. Vértigo es un estado en donde pierdes tu orientación. Estoy seguro que te pasó, al mínimo una ves en tu vida. Que despertaste y pensaste que es la dirección por el baño, pero chocaste con la pared del lado de tu cama. O que volteaste así al otro lado y caíste al piso porque fue el lado equivocado ¿verdad? Cuando un piloto de avión entra a estado de vértigo, no sabe cual de los dos azules es cielo y cual es el mar. Su copiloto, que esta solo con las pantallas, lo dice la verdad, pero a veces la sensación que provocan los ojos equivocados es tan fuerte, que elige el error. Aunque el piloto esta entrenado para este situación, aunque sabe que los instrumentos no fallan, se estrella contra el agua como si fuera cemento, igual como el pájaro. Si pasa, no solo en mi sueño.

¿Como puede ser que el sentido mas importante, la vista, nos engaña tanto? 

Si recuerde, en el post de los ojos escribí que, en hebreo, la palabra ojo significa pobreza. Así, literalmente. En numerología su numero es 5, como si quiere decir que de los 5 sentidos es el quinto. En la naturaleza, las plantas y los animales engañan la vista con técnicas de colores y figuras. Flores en forma de insectos atacan animalitos para que se toman de su néctar y distribuyen su polen, serpientes que disfrazan con colores de unos venenosos y muchos mas ejemplos. Todo al fin para sobrevivir o para multiplicar.

La diferencia del humano al resto del universo en este aspecto, es que nosotros nos gusta aprovechar nuestra dependencia en el sentido más pobre, y engañar uno a otro por beneficios que son existenciales. Los “magos” que hacen trucos, llevan este arte a su máximo nivel, pero la gente de la mercadotecnia, que hoy día es una ciencia, no se quedan atrás. Los grandes súper mercados son como cuevas de arañas, llenan de trampas para engañar a los ojos. Los colores los pasillos, la falso información, las alturas de los productos, todo está diseñado en una manera bien estudiada para ponerte en vértigo, para que te choca con los vidrios de la verdad.

Antes pensaba, que los súper mercados son como el ying y yang. Adentro hay de todo. Mas grande es el paraíso, igual, mas grande es el infierno y uno, armado con buena información, puede entrar a un súper mercado para aprovechar lo que es bueno y sano.

Pues, ya no estoy seguro si es correcto pensar así. Nadie puede ser murciélago de entro de una cueva de arañas. También si sabes exacto que producto necesitas, es casi imposible evitar las trampas. Casi siempre vas a salir pagando pon un veneno el cual tus cachorritos van a tragar felices.

Estamos lejos de casa, en un pueblito precioso llamado Tequisquiapan.  Fuimos a visitar buenos amigo después que purificamos los cuerpos y las almas en el rio termal de Tolantongo, para divertir y para estar listos a recibir el año nuevo. 

el rio termal

En la tarde digo; voy al súper para comprar los ingredientes de la cena. ¿al súper? Porque vas al súper me dice Azucena, años que no voy al súper. Aquí tengo la tiendita de las verduras, el puesto de los quesos, el carnicero, todo en mejor calidad y de buen precio. Estoy subiendo con Azucena a su camioneta. En el camino a las compras estamos parando en la casa de su hija para poner dos docenas de elotes a hervir. En el jardín, con mi victorinox, estoy cortando las puntas feas de los elotes mientras los estamos pelando. Es para el desayuno del mañana. Unos minutos mas y ya estamos en las tiendas. El dueño de las verduras pone una sonrisa enorme al vernos. 

los ingredientes para el omelet

Comprar en una verdulería y en los otros negocios pequeños es muy diferente de comprar en un súper. Aquí tu dinero pasa de tu mano al mano del dueño. El servicio es personal. Nada de trampas, nada de engañar tu pobre vista. 

Una actitud que tenemos que adoptar

Hasta la próxima

Yaron.

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