Dos cuentos y el secreto de las gracias

Hola mundo.

Primer cuento:

Algo no está bien. Abrí mis ojos y eché un vistazo rápido en los cientos de medidores que me rodean. Todas las agujas y los números que brincan en rojo digital están en su lugar, pero algo afuera, en la cacofonía de los motores, plantas de luz, compresores y bombas de agua no es normal.

Son diez horas desde que salimos del puerto militar para esta misión y todavía estoy sentado en el cuarto del control que esta ubicado exacto entre los dos salones de motores. Cuatro motores Maybach de 3750 caballos cada uno, cuatro generadores de luz de la marca Mercedes Benz y muchas más maquinas. Todos giran, parte por energía eléctrica y otros por combustible, haciendo mucho ruido. El cuarto del control está bien aislado. las paredes dejan entrar una música constante del ruido poderoso que está afuera, pero esta música cambió. Una nota extraña esta filtrando, una nota que no conozco.

Paré. Todos mis instintos de un joven de 22 años, están como el cuadro del arco antes de disparar. Puedo notar que esta llegando del salón delantero que de repente, una de las dos plantas de luz que están allá se apaga sin razón. El mecánico que estaba medio dormido con sus protecciones de oído puestos, se brinca como loco por la alarma que se activo, corriendo para sincronizar lo que tiene que sincronizar para evitar sobre carga. Yo, como viento, ya estuve en lado de este mercedes para ver que es lo que paso. Lo primero que noté es que el ruido extraño que me despertó se desapareció. La música normal de mis maquinas está de regreso.

El motor que está en frente de mi es un motor que se usa en los camiones, solo con adaptación para funcionar en un barco. En lugar de empujar un camión mueve la planta de luz. Lo conozco como uno conoce su propio rostro. Para mi examen podia dibujar todos sus partes interiores hasta los tornillos y sabia no solo como funciona cada mecanismo, si no, hasta los nombres de las esposas de los vecinos del ingeniero que lo diseño casi casi.

Por el ruido de las maquinas no se puede comunicar con palabras. Mi tripulación y yo tenemos un idioma completa de símbolos. Estoy pidiendo unas herramientas del mecánico, pero el primer mecánico que escucho la alarma ya está en lado de mi con la caja de herramientas. Abrí la tapa de la bomba de inyección y vi que un tornillo se calló adentro, rompiendo las tripas de esta obra de arte y causando la falla del motor.

Es el ruido que oí entonces. El tornillo se entro a resonancia generando el sonido raro y luego se calló al entro de la bomba de inyección para destruir la. Es una falla de diseño pensé. Tenían que poner los tornillos de la tapa al reverso. Así, si se abren, se caen afuera sin dañar nada.

Una semana después, cuando regresamos a casa, escribí este evento en el libro del “casi pasó”. Un libro que cada barco tiene para documentar todos los accidentes y fallas que pasan. Así las nuevas generaciones pueden ser mejores. Igual levanté un reporte para los talleres y para la compañía mercedes Benz en Alemania, contando mi opinión y mi recomendación. En Alemania me hicieron caso. Cambiaron el diseño de esos tornillos y cambiaron todas las tapas de esos motores en nivel mundial. 

¿Creen que alguien me dio la gracias? Nop. ¿Que alguien me mando una carta? ¿Que alguien respondió mi reporte? Nop. Nada. Una ignorancia total. no es que estuve esperando a una medalla o que me aplaudan. solo que cuando te ignoran se siente falta de algo.

Segundo cuento:

Algo no esta bien. Abrí mis ojos.

Son diez horas desde que salimos de Montreal. Es noche. Puedo sentir que el camión Mercedes se paro en una subida y el sabor de mis rodillas. Es que son tan incomodos esas sillas. Por mi tamaño estoy bien aplastado y todavía faltan 20 horas hasta Atlanta, mi destino. 

La conductora es una mujer obesa, de piel negro, preciosa. Amo los de la piel negra. Son la raza suprema en mi opinión. Por eso los aplastan tanto, para que no se levantan la cabeza, igual como se hacen con las mujeres en muchos lados del mundo, bueno, en todos lados jajaja. La conductora está hablado en el teléfono y se ve de mal humor. 

Diez minutos y no pasó nada. Levante estirando mi largo cuerpo y me acerqué. ¿Qué esta pasando? Pregunte amablemente. Se calienta el motor me respondió con una mirada fría y una postura firme que solo los gringos de la autoridad saben hacer.

Mire, la dije, este motor que tienes atrás es mi especialidad. Lo conozco muy bien. Si quieres lo puedo revisar. Noté que esta volviendo mas fría y firme. Mmmm perdón le dije, el motor que tiene atrás en el camión, corregí y se calmó. 

No sabia que tan frio estaba afuera. La luna y su ejercito estaban en huelga o algo porque la obscuridad estaba completa, con viento y este olor delicioso que llega con lluvia. Abrí la tapa del motor y dos foquitos amarillos se prendieron de los dos lados del gigante y tan conocido pinche motor. Atrás de mi estaba la negra. Por la obscuridad y el color de su piel solo pude ver sus dos ojos blancos y con los dos focos amarillos se creo un escenario bien surrealismo. Yo, el viejo motor, y cuatro focos en la obscuridad.

No se necesita un gran genio la dije, mire, se rompió la banda que gira la bomba de agua y con esa subida claro que se calentó tu motor. Perdón, el motor del camión corregí antes que me golpea.

La verdad, no recuerdo que fue lo que hice. Siempre cargo en los viajes cosas para salvar el mundo. A veces creo que es mi destino. Puede ser que fue un cinturón o un recamara de bicicleta. De verdad que no recuerdo como, pero lo arreglé. La chica negra arrancó y seguimos dos horas mas hasta llegar a un punto en donde cambiamos de unidad para seguir a Atlanta.

¿Creen que alguien me dió la gracias? Nop. ¿Que alguien me mandó una carta? Nop. Una ignorancia total. La mujer que conducía el camión no me miró otra vez y los pasajeros ni entendieron lo que pasó.

Algo no está bien, tenemos que abrir los ojos. no importa si es una sopa deliciosa que tu no cocinaste, la tarjeta de crédito que se pagó, el agua caliente que sale cuando abres la llave ó tu propia salud. hay que saber dar la gracias o se queda un hueco. ¿porque?

En el mundo real, la relación comercial de entre la gente está regularizado con la moneda. El sistema de las monedas nos deja especializar, cada uno en lo que le gusta. Así, gracias a las monedas, cada uno puede comprar lo que el otro produce gracias a su especialidad. Eso es maravilloso. Este sistema permitió a la humanidad llegar muy lejos y sigue. Pero el mundo espiritual todavía funciona con intercambios porque no existen las monedas en la mística ¿verdad?

Lo más equivalente a las monedas del mundo físico son las gracias que existen en el nivel energético. Un gracia es un tipo de atención positivo. Una energía que se puede percibir.

Las gracias llevan varias ventajas sobre las monedas. Primero, funciona no sólo en el mundo emocional, si no, también en el mundo físico. La ciencia de la mercadotecnia conoce su valor muy bien y se usa masivamente. Segundo, a diferencia de las monedas, no existe un banco de gracias. Cada uno puede imprimir la cantidad de gracias que quiere, ser rico y enriquecer a los otros.

Saber dar las gracias es el secreto de la paz interior, la paz en el matrimonio y si D-is quiere el paz mundial.

Así que gracias por leerme y hasta la próxima, yaron. 

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