Hola mundo
Estoy limpiando mi casa. No estoy hablando de tomar el trapo y limpiar el polvo que se acumuló en las orillas de las ventanas, ni barrer el piso. Lo que estoy limpiando es, aparte del sucio que mencione, es una acumulación de 16 años de vida. Desde cientos de hojas que dibujaron mis hijos cuando fueron bebes y hasta tonelada de plastilina pegada con pelos de perros y juguetes rotos, olvidados.
Nunca sabía que tenemos tantas muñecas y peluches. Cientos literalmente. De repente encuentro el tigre y recuerdo. Fue hace 12 años más o menos. Paseamos en superama con nuestro primer hijo metido en el carrito. Me gustaba caminar con el carrito a la reversa, para que el niño tenga su cara mirando el camino. Yo, apoyando con el carrito, porque en tal época todavía me dolía mucho la espalda. Estuve en mi 4’año de recuperación después un evento que me dejó paralizado. De hecho, hasta hoy día, como en esta semana por ejemplo, mi espalda me recuerda este evento. Es por el frio me imagino. Cuando llegamos a la caja, para pagar lo necesario que compramos, vi el peluche tigre en una repisa justo en frente de mi hijo, que ya estiro sus brazos para agarrarlo, con una cara de mucha emoción.
Costaba 89$. Ochenta nueve pesos que no los tenía. Pero no pude decepcionar este pequeño de tres años y lo compré sin saber cómo voy a pagar mi tarjeta en el fin del mes. Fue el primer peluche que compre a mis hijos en México.
Once bolsas de basura, de esas negras de tamaño industria, saque de mi casa y todavía no ha terminado. Con cada bolsa de basura que sale de mi puerta, hay una piedra imaginaria que se evapora de mis hombros. Con cada sesión de la casa que se queda preparado para el siguiente paso, unas arrugas en mi rostro se desaparecen. La casa se vuelve más ligera y yo más joven.
Recuerdo que leí últimamente de una nueva rama de medicina. Lo que pasa en el cuerpo, es que las células se mueren, y nacen nuevas todo el tiempo. Sin embargo, hay células que se enviejecen pero no mueren. Con los años, esas células viejas se acumulan en los órganos y empiezan a genera problemas por su mal funcionamiento. Es la mayor razón parece, para que el cuerpo completo se envejezca. Una persona joven puede comer dulce dona y ser feliz, mientras que con los años, solo mirar esa dona le da agruras. Es por esas células viejas que se acumulan en su sistema digestivo y baja su eficiencia.
La nueva rama de medicinas, detecta esas células viejas y las matan. Eso permite al cuerpo renovar su fuerza y ser más joven.
Siempre estoy hablado en el trabajo que uno tiene que hace hacia adentro. Las meditaciones, el ejercicio, como comer, como dormir y más. Pensaba que lo del afuera no es importante. Pero hoy, limpiando mi casa veo que estoy limpiando mi alma también. A veces, el trabajo del afuera, nos puede ayudar igual como esas medicinas nueva inaccesibles.
Un tigre para mí.
Hasta la próxima, Yaron.