Desde la noche, Orlin esta muy emocionada. se va de pijamada con su amiga. Ella y mi cable de extensión eléctrico de 20 metros lo cual su mamá me pidió prestado para poder rasurar su jardín con una maquina eléctrica que otra persona la prestó.
Los países que tienen frontera con agua, su territorio no empieza en la playa. Tienen algo que se llama agua territorial. Normalmente son 12 millas de mar que se considera igual como agua dentro del país. El propósito, mas que nada, es proteger el país con una banda de distancia en donde se puede controlar la llegada de extranjeros. Hay países que reclaman distancia mas grande y pocas reclaman distancia mas corta.
Igual como los países, somos nosotros. Cada persona tiene alrededor de su cuerpo distancia imaginaria, que se considera como su espacio privado. Si voy a poner mi palma diez metros en frente de tu cara, probablemente ni te vas a fijar, pero si hiciera lo mismo 10 centímetro de tu nariz, vas a sentir incomodo porque estoy de entro de tus aguas territoriales ¿verdad?
Igual como los países, hay personas que su distancia privada es mas grande del normal y otros con menos.
Es por eso que, en la mañana, después el desayuno, cuando entramos toda la manada al coche, Shamaim se sentó en el lugar del copiloto mientras mi pareja se siente atrás en el centro del sillón, separando a Orlin y Kimah. Así las zonas territoriales de los niños no se invadían y no se palean en el coche esos demonios jajaja.
Salimos de la terracería que conecta mi casa a la carretera y empezamos a curvear en las bajadas como 4 kilómetros hasta llegar a la orilla del pueblo, en donde voy a abandonar mi hija y mi cable de extensión.
Esas 4 kilometros son preciosos. Mucha vegetación y pocas casas. Las plantas llegan hasta el asfalto como están esperando al día que nadie va a manejar mas y conquistar este camino. Los arboles son mas agresivos y con menos paciencia. ellos lanzan sus ramas de un extremo de la carretera al otro. los camiones que pasan a veces, marcan un limite territorial imaginario en el aire y no permiten a los arboles romper la madre de esa ralla negra en la tierra.
No pasamos ni un kilometro desde que subimos a la carretera y después una curva pude ver, como 100 metros en frente de mi, una pareja caminando. Como no hay pavimento por el vegetal, la pareja camina sobre la carretera. La mujer que se ve muy joven, carga un bebé en sus brazos. Al escuchar mi coche se voltea, levanta su brazo y marca me si puedo parar por un aventón. Yo, que conozco bien la carretera, se que en otros 300 metros hay una parada para combi. Como mi coche esta lleno de zonas territoriales la estoy marcando la señal internacional que el coche esta hasta el tope. Con todas esas palabras ya llegué a la altura de la pareja con mi coche y estoy para rebasarlos.
La chica, como no quiere aceptar el juicio, levanta mas su brazo, brinca desesperada en el aire, e insiste que paro para darles aventón. Su pareja de otro lado se ve muy tranquilo y el me marca que no pasa nada, con su mano me enseña – vete, todo bien.
Con la inercia, sigo manejando, pero mi corazón dice que algo no está bien. Mirando en el espejo veo que la chica se empieza correr atrás de mi, enseñando me que por favor me paro. Su pareja corre atrás de ella, así solo para que no se separan. Paré el coche instantemente. La mama llegó a mi ventana gritando de entre sus aires ayúdame ayudame.
Durante la siguiente hora, con el bebé en sus brazos, mi pareja que es experta en relaciones territoriales, pasó intentando de ayudar a los papas a resolver un conflicto familiar. “El me pegó” , “ella tiró el bebe al piso” “me quiero ir de la casa y él no me deja”. Yo, cuidando que los coches no nos van a atropellar y mis hijos abajo de un árbol impacientes, mirando la escena sorprendidos.
Después una hora de discusión, la mamá y su bebé se acomodaron en el asiento del copiloto y atrás se aplastó toda la banda. Bajamos al pueblo dejando el hombre en el medio de la carretera rascando su cabeza, pensando, como logró esa señora dejarme permitir eso. Si si, es experta lo estoy respondiendo telepáticamente.
Manejando al destino de mi nueva copilota, pude notar que está muy flaca. Asustada. Sus labios secos, arrugados y sus uñas me enseñan falta de nutrición. Se empezó a amamantar su hijo de un año y con su otro mano saco un celular todo roto que no logró encender. Su hijo esta muy tranquilo y contento. Parece que para el, lo que esta pasando es una normalidad. Cuando enteré que la chica solo lleva 20 pesos, le di algo de dinero, cambiamos numero de teléfonos para poder conectar la con un circulo de mamás el cual la pueden ayudar en esa situación. La dejamos en su destino mas tranquila, con una chispa de esperanza en sus ojos.
Muy atrasados llegamos al fin a la casa de la pijamada. Despedimos de Orlin y de mis 20 metros de cable. “te lo voy a regresar hoy mismo” me dijo mi querida amiga por el cable. No te apures la respondí (gran error) no lo voy a necesitar dentro de 2 días porque este cable conecta mi mesa de trabajo lo cual no voy a ocupar esos días, y fuimos.
Tres días después ya olvidamos de todo. La chica nunca respondió nuestros mensajes, se quedaron en una paloma. Se siente raro cuando ayudas con toda tu fuerza y corazón para enfrentar un vacío luego. Pero así pasa. Yo, en la mañana, conecté el esmeril a la salida de luz en mi mesa de trabajo para lijar un pendiente. Empujé el botón de power y nada. La maquina se quedo en silencio. Claro estoy pensando, mi cable de extensión tiene solo 20 metros y esta 10 kilomentros de aquí, como va a funcionar. Rrrrrr la dije que en tres días.
Como joven, pude llegar a enojar por la frustración de la injusticia que se siente cuando ayuda a otra persona y no recibes lo que te merece. Lo mas comunes son los casos, cuando prestas un objeto o dinero a alguien, el prometa que te lo va a regresar en un tiempo dado y no lo cumple. Hoy ya no me enojo (tampoco soy jóven jajaja).
Aprendí que la ayuda no termina en el momento de prestar o apoyar. En el momento que tomaste la decisión de ayudar, tienes que aceptar una nueva relación. En el judaísmo, esta relación tiene dos reglas. La primera es para la persona que prestó dinero, por ejemplo. Para el es prohibido pedir lo de regreso. la segunda regla es para la persona que pidió el dinero, para el es obligatorio regresar el dinero en el primer momento posible. Si los dos lados cuidan esas reglas, pueden seguir siendo amigos sin sentir frustración. La persona que pidió la ayuda no esta bajo de la presión y la persona que presto el dinero esta tranquilo, sabiendo que su amigo lo va a regresar en el primer momento posible.
Cuando decides abrir tu corazón o tu bolsa o tu cable de extensión, tienen que tomar en cuenta que este acto de ayuda no termina en ese momento. No tienes idea que pasa con el otro lado, no sabes porque no te respondió tus mensajes, porque no logró llegar a tu casa con el maldito cable o porque no te depositó tu lana. El amor y la ayuda, una vez que decidiste donar, no la puedes reclamar.
Así es estoy diciendo a mi esmeril, abrazando lo. No te preocupes, tengo otro cable, todo va a estar bien.
¿Y la chica? Varios días después se comunicó. Contando que esta con su amiga fuera de Tepoztlán, dando la gracias al gran ayuda y el apoyo que la dió mi pareja. Quedamos que nos va a visita pronto.
Hasta pronto :-),
Yaron.