Hola mundo
Haciendo orden en mis libros, encontré uno que me lo regalaron hace mucho. se llama “en donde puse las llaves” y trata de técnicas para reforzar la memoria. Es un tema muy importante. Buscar varias veces al día cosas como las llaves del coche, la cartera o en donde dejas las lentes, es una gran molestia que te quita paciencia, lo cual te falta después para asuntos mas importante, pero la parte mas grave es la pérdida del tiempo.
Vamos a decir que en total uno se pierde 15 minutos al día buscando cosas. Desde los calcetines en la mañana y hasta el control de la tele en la noche. Si sumaremos los 15 minutos por día en lo largo de 10 años, son casi 40 días. Eso quiere decir que cada 10 años estas pasando casi un mes y media buscando cosas, 24 HORAS AL DÍA. No se de ustedes, pero para mi se me parece una locura, una pérdida enorme.
Tengo que confesar, ser ordenado no es mi lado fuerte (wow no soy perfecto). Si dejo a mi naturaleza sin cuidar, llego al estado del caos muy rápido y me vuelvo loco porque empiezo a perder tiempo buscando cosas. Gracias a mi conciencia y al libro, eso no me esta pasando seguido y con los años menos y menos.
El libro como mencioné, te da técnicas para reforzar tu memoria, pero hay otra manera recomendable para hacer lo. Una manera muy rica porque al contrario de un libro, esa manera si se puede comer.
En el mediterráneo, los árabes usan en la cocina una mezcla de especias que se llama “Zaatar”. El ingrediente principal de esa mezcla es el orégano. No es el mismo orégano que se puede conseguir aquí en los mercados. No se si es por el clima desértica o simplemente que es otro tipo de orégano, pero el Zaatar que tengo en mi refrigerador, lo que me trajeron de Israel, es imposible conseguir aquí en México.
El famoso Rambam dijo que el Zaatar (el refiere a la planta del orégano) es muy bueno para reforzar la memoria. fue una costumbre durante cientos de años, dar a los niños Zaatar en el desayuno antes que se van a la escuela para reforzar sus habilidades mentales.
Sabemos que el orégano contiene alto niveles de Fósforo, un mineral importante que puede ser el responsable, sin embargo, no existen estudios empíricos para definir si es verdad o no. Lo que si existe, es mi promesa que el “Manayish”, un platillo típico en donde se usa el Zaatar, es una cosa deliciosa lo que niños como a los adultos les fascina.
En la tarde de un día en esta semana abrí el refri para hacer orden en sus repisas y mi mano choco con el frasco de vidrio bien cerrado, en donde se encuentra una de esas Zip bolsas que se cierran herméticamente bien. En la bolsa esta el polvo de Zaatar que mantenga su color verde como si fuera molido ayer aunque ya tien mas de un año guardado ahí.
El aroma que se escapa de la bolsa al abrirla, llega hasta el otro lado de la cocina. Estoy cerrando la bolsa de nuevo para no perder esas moléculas tan preciosas, pero ya es tarde. No hay camino atrás. Una ves que los receptores de mi nariz absorbieron de nuevo el olor, y mi cerebro lo reconoció, es imposible ignorarlolo. Hoy vamos a cenar Manayish estoy gritando a mi familia y todos gritan yeeee.
El Manayish es el sope árabe. En lugar de la masa del maíz se usa la masa del trigo y en lugar de pasta de frijol de embarra encima el preparado del Zaatar.
No voy a poner de nuevo la receta para la masa de trigo. Lo pueden encontrar en uno de mis primeros posts que se llama “Panografia”. Es la misma masa, solo que el lugar de hacer pan, se forma bolitas exactos como se forman las bolitas para hacer los sopes. Luego con los manos y la ayuda de poca harina para que no de pegan, se aplasta la masa y con los dedos se forma el sope/manayish.
El Zaatar es un polvo. Contiene el orégano salvaje del mediterráneo, semillas de ajonjolí, un polen de flores que se llama Sumak lo que le da este sabor poco acido y sal. Para poder embarrar lo sobre el manayish, se mezcla con aceite de olive generosamente. Así de simple.
Igual como en México, que los sopes sencillos llevan solo frijoles, el Manayish básico lleva solo la mezcla del Zaatar con aceite de olive. Yo personalmente me gusta poner poco queso arriba, a veces trozos de berenjena frita o cebolla picada y a veces todo junto jajaja.
Una vez que el Manayish está preparado, lo metes en un horno súper caliente, igual como para pizza. Cuando notas que el aceite en el manayish esta hirviendo, es cuando esta listo. Cada vez me sorprende de nuevo como los niños aman esta delicia, se comen dos o tres piezas y se chupan los dedos.
Provecho
Yaron.